Pese a que este año las postulaciones a las carreras universitarias ligadas a la minería aumentaron, el país aún está bajo en profesionales y técnicos para este sector.
La Universidad Católica de Valparaíso informa que las postulaciones a la carrera de Ingeniería Civil crecieron 27% en relación al año anterior, mientras que los interesados a Geología lo hicieron en 20%.
Sin embargo, sólo el 2% de la matrícula técnica y universitaria (8.500) es de alguna carrera ligada al área. De ellos, sólo 810 salieron al mercado laboral el año 2010.
Según un estudio de la Fundación Chile, de aquí a 2015 la minería requerirá 20 mil trabajadores anuales, entre técnicos y profesionales.
“La participación de la minería en el PIB ha bajado 7% en los últimos cinco años. Es inquietante pensar que vamos a perder parte de la producción del país porque nos falta mano de obra calificada”, dice Hernán Araneda, gerente del Centro de Innovación en Capital Humano de la Fundación Chile.
Pero la demanda no es igual para todos los procesos. De las cuatro etapas del proceso de creación o expansión de una mina, la profesión más demandada es la de geólogo, que opera principalmente en la etapa de exploración. “De 10 campañas que se realizan, resulta una, y se necesita por lo menos un geólogo por campaña”, señala Rodrigo León, gerente general de Downing Teal, empresa de head hunter para mineras.
En la etapa de inversión, en la que se proyecta el yacimiento, se requieren ingenieros en minas y de las áreas duras, como química y mecánica.
Capacitación propia
Frente a esta escasez, muchas empresas mineras han decidido crear sus propios centros de capacitación.
Es el caso de Minera Escondida, de BHP Billiton, que desde 2002 tiene un Centro de Entrenamiento Industrial y Minero (Ceim), y desde la Escuela de Oficios en Antofagasta. Este año, 10 mil personas se formaron en áreas de mecánica, metalurgia o hidráulica. “Encabezamos el ranking de mayor cantidad de personas capacitadas en la región”, señala María Olivia Recart, vicepresidenta de asuntos externos de la empresa.
La mina Collahuasi, en Iquique, sigue un modelo similar. Por varios años financió el Centro Tecnológico Minero de la U. Arturo Prat. Hoy ya no tienen relación directa con ellos y han avanzado hacia la capacitación propia. Cada año realizan cursos para unas 130 personas, de las cuales el 80% consigue contrato con empresas mineras. También entregan becas de pre y posgrado de hasta 200 UF y cuentan con un diplomado que se realiza en la U. Adolfo Ibáñez.
La minera Esperanza, de Antofagasta Minerals, firmó un convenio con las universidades de Antofagasta y Católica del Norte. Los estudiantes de ambos planteles podrán optar a prácticas profesionales y realizar su tesis en la mina. Además, ofrecieron el año pasado en tres liceos de la zona cursos de manejo de maquinaria pesada, donde se inscribieron 270 jóvenes, de los cuales 70 fueron contratados. En tanto, Barrick Gold, instalada en la Tercera Región, trabaja en dos áreas, según explica Rodrigo Rivas, director de asuntos corporativos. La primera consiste en becas para estudiar en el Centro de Formación Técnica Benjamín Teplizky de la U. de Atacama, que incluye el acompañamiento de un tutor-trabajador de la empresa. La segunda, consiste en cursos de capacitación abiertos a la comunidad.
Codelco, en tanto, cuenta con convenios con nueve universidades, entre ellas la U. de Chile. La idea es financiar un programa de doctorado, además de renovación de becas de pre y posgrado que ya se entregaban.