[COLOR=Purple]El fenómeno crece cada día y los especialistas no saben qué hacer para detenerlo. Suena alarmante y así no más es; profesores, asistentes sociales, sicólogos y siquiatras ingleses se sienten incapaces de hacer algo por los jóvenes que deliberadamente se provocan daño a sí mismos.
La Fundación Camelot -organización benéfica británica- hizo recientemente un acabado estudio sobre autoflagelación juvenil, según informó el diario “Clarín”. Los resultados dejaron estupefactos a varios: los muchachos ocupan una notable variedad de métodos para lastimarse y los profesionales que los atienden muestran una profunda ignorancia frente al tema.
“Los profesores (por ejemplo) reconocen que están mal preparados para abordar la cuestión. Sienten que la capacitación que recibieron no les permite hacer frente a algo tan difícil y sensible. No saben cómo responder. El nivel de apoyo que ofrecen muchas veces depende de cómo se sienten los mismos profesores frente al problema”, cuenta la doctora Marcia Brophy, a cargo de la investigación.
El tema es grave, porque los adolescentes se cortan con cuchillos, se raspan la piel, toman lavaza de detergente, se queman partes de su cuerpo con colillas de cigarro e incluso tragan objetos. Y no hay nadie que entienda por qué lo hacen.
“Es similar a lo que ocurría en los años ochenta con el abuso infantil. La gente no tiene idea qué está pasando y, cuando descubren que un chico se estuvo lastimando, prefieren ignorar el tema en lugar de abordarlo”, confiesa angustiado Ron Best, profesor de educación de la Universidad Roehampton.
Las cifras que arrojan otros estudios son aún más alarmantes. Algunos estiman que, tarde o temprano, uno de cada diez chicos británicos se lastimará. El ente benéfico Childline asegura que en los últimos dos años hubo un aumento del 65 por ciento en las llamadas a su línea telefónica de muchachos preocupados por el tema.
Según el centro para la investigación de sucidios de la Universidad de Oxford, el método más común de autoflagelación es cortarse (55,4 por ciento de los que se lastiman a sí mismos), seguido por los que se intoxican con barbitúricos (21,7 por ciento).[/COLOR]
¿ nosotros como docentes o padres…que podemos hacer en contra de esto, si se nos presentará este caso??