[COLOR=DarkOrchid]Tb hay algo de eso en la sección aldea global de la nación:
Escáner efectuado a su momia es concluyente: no hay indicios de homicidio
Tutankamon no fue asesinado
El misterio se ha resuelto. Los expertos que han analizado 1.700 imágenes tomadas al cuerpo momificado de Tutankamon por un tomógrafo móvil -el 5 de enero pasado- concluyeron que el faraón no fue asesinado y que podía haber muerto por una hemorragia o infección causada tras la rotura de una pierna.
Agencias
En 1968, el arqueólogo británico Ronald Harrison realizó -en el departamento de anatomía de la Universidad de Liverpool- una serie de radiografías a la momia de uno de los faraones más famosos de la historia egipcia: Tutankamon. En la ocasión se descubrió un pequeño corte en el hueso de la parte posterior de la cavidad craneal, que hizo pensar en un posible homicidio por un golpe en la cabeza. Entre los sospechosos estaban uno de sus sacerdotes y el comandante de su ejército.
Desde entonces, la momia no había vuelto a ser inspeccionada científicamente, hasta el pasado 5 de enero, cuando cansados de años de especulaciones sobre la muerte del faraón, el Ministerio de Cultura egipcio encargó a un equipo de expertos realizar un completo examen a la momia, incluido un TAC (escáner de cuerpo entero).
En sus conclusiones, publicadas en un documento de cinco páginas, los expertos revelaron ayer que no encontraron señales de que el faraón muriera por un golpe en la nuca, como se sostenía hasta ahora y que no hay indicio alguno de que fuera asesinado. Además, destacan que Tutankamon habría fallecido a los 19 años, y que los análisis de sus huesos confirman que gozaba de buena salud y atención médica, y que además recibió una buena alimentación durante su infancia.
Asimismo el TAC revela que el joven faraón habría sufrido una fractura en la pierna tiempo antes de su deceso que pudo conducirlo a la muerte. Los científicos plantean que aunque ésta no fuera la causa directa de su fallecimiento, pudo desencadenar una hemorragia o infección que le llevara a la tumba, aunque también existe la posibilidad -menos probable- que esta fractura haya sido causada por los embalsamadores.
Tal como lo planteó Zahi Hawass, presidente del Consejo Superior de Antigüedades de Egipto “no se sabe cómo murió, pero ahora estamos seguros de que no murió asesinado. El caso está cerrado. No deberíamos molestar al faraón más. No hay ninguna prueba de que el joven rey fuera asesinado”, añadió.
Respecto de la fractura en el hueso del cerebro -detectada en 1968- el TAC demostró que éstas “no pueden haberse producido antes de la muerte, porque entonces habrían quedado soldadas a los materiales del embalsamamiento”, dicen los arqueólogos egipcios.
Pese a lo concluyente de las muestras, algunos expertos creen que eso no es suficiente para desechar la tesis del homicidio.
Críticas a Carter
El estudio -encabezado por expertos egipcios, más dos italianos y uno de Suiza- también destaca que la espina dorsal del rey tenía una posición anómala, pero descartan que el faraón sufriera algún tipo de enfermedad congénita, y más bien creen que la fractura se produjo durante el embalsamamiento o tras ser descubierta por el inglés Howard Carter, en 1922
De hecho, el informe del Consejo Superior de Antigüedades egipcio, dirigido por Hawas, es especialmente crítico con el trabajo realizado por el equipo de arqueólogos dirigidos por Carter que encontró la momia. Éstos sostienen que tanto Carter como el británico Lord Carnarvon, quien financió las tareas, dividieron en partes a la momia para investigaciones científicas, pero también para recuperar piezas del tesoro, hoy expuesto en el Museo Egipcio de El Cairo.
El informe indica que varios fragmentos se rompieron durante el segundo embalsamamiento, realizado por el inglés, y que además encontraron material del utilizado por el arqueólogo en una herida en un muslo. “Si esa herida se hubiera producido en vida, habría restos de sangre o un hematoma en la zona, y el escáner ha revelado que no los hay”, dicen.
El grupo dirigido por Hawas también encontró el pene de Tutankamon, que estaba presente en la momia en 1922, pero que cuando se hizo una examen de la zona posterior, en 1968, había desaparecido. “Lo han encontrado enterrado en la arena cerca del cuerpo del faraón”, sostienen en el informe.
El rey niño
Tutankamon llegó al trono poco después de la muerte de Akenatón (1.362 a.C.), el faraón que abandonó la mayoría de los dioses egipcios y trató de imponer una religión monoteísta basada en la adoración al dios del sol, Atón.
Durante su reinado, que duró sólo diez años, Tutankamon reestableció el orden tradicional del Egipto faraónico, bajo la influencia de los sacerdotes y generales conservadores. Debe su fama a que su tumba fue la única sepultura del Valle de los Reyes que llegó sin ser saqueada hasta la edad contemporánea. Su descubrimiento por Howard Carter en 1922 constituyó un acontecimiento arqueológico mundial, mostrando el esplendor y la riqueza de las tumbas reales y sacando a la luz valiosas informaciones sobre la época.
DATO
Aunque los tesoros y objetos de su tumba han recorrido el mundo, el cuerpo momificado del niño rey ha sido examinado sólo cuatro veces desde que el arqueólogo británico Howard Carter asombró al mundo al encontrar la tumba de Tutankamon intacta en 1922
Descubrimiento y maldición
Aunque las excavaciones emprendidas por el científico Howard Carter y Lord Carnarvon para encontrar la tumba de Tutankamon se iniciaron en 1906 no fue sino hasta el 24 de noviembre de 1922 que lograron sorprender al mundo con uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de ese siglo: la cámara sepulcral del faraón.
La tumba contenía en su antecámara gran cantidad de objetos valiosos, que demandaron varios meses para su inventario y transporte. Finalmente la cámara mortuoria es descubierta y en ella un gigantesco féretro de más de 5 metros de largo y casi 3 de altura recubierto en oro conteniendo sucesivos féretros que protegen el sarcófago real.
Lord Carnarvon, coleccionista de antigüedades inglés, quien encabezó las exploraciones arqueológicas en Egipto junto a Howard Carter, muere en abril de 1923 como consecuencia de la picadura de un insecto, lo cual dará inicio a especulaciones sobre una supuesta maldición atribuida al faraón. Siete años mas tarde habrán muerto la totalidad de los principales miembros de la expedición a excepción de Carter, aunque la mayoría por causas aparentemente naturales. [/COLOR]
