ANCIEDAD Y ANGUSTIA, dos estados diferentes

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Ansiedad y angustia

Por: Miguel Angel Fuentealba Torres
Universidad de Magallanes

Ansiedad y angustia, ¿sinónimos análogos?
!letras!
A nuestro pesar, como se aprecia en gran parte de la literatura, muchos autores utilizan los términos de Ansiedad y Angustia como equivalentes conceptuales en sus publicaciones o bien no hacen diferencia entre ambos al referirse a ellos, tal es el caso de un párrafo del libro “Introducción a la psicopatología y psiquiatría de Bulbena y cols” en un capitulo referente a Urgencias Psiquiátricas (pag. 721 “crisis de angustia” en 1989) en el cual el nivel de semejanza conceptual es capaz de extrapolar ambos términos creando al lector una sensación de equivalencia, como si se el autor se estuviese refiriendo a lo mismo. Ahora bien, nosotros estudiantes de la disciplina de la enfermería, a través de nuestros cimientos teórico conceptuales, utilizando un paradigma basado en el pensamiento humanístico existencial, somos o deberíamos ser capaces de respondernos a nosotros mismos…. Ansiedad y angustia, ¿sinónimos análogos?

Desde mi propia postura de estudiante de enfermería, doy luces a esta interrogante…. A mi parecer la respuesta al problema resulta evidente al situarme en la filosofía del pensamiento enfermero, visto desde nuestros paradigmas y utilizando la perspectiva fenomenológica, perspectiva que nos proporciona una forma particular de observar, percibir, razonar y procesar los datos objetivos y subjetivos de las experiencias vivénciales del ser humano, es por ello que mi apreciación acerca del fenómeno de angustia y ansiedad se sitúa en la propia experiencia de sentir, experimentar y vivenciar la angustia y ansiedad, la cual experimentan nuestros pacientes y nosotros mismos como una respuesta inherente de nuestra condición humana, fenómeno acompañado de una dimensión psíquica, ocasionando perdida del bienestar psicoemocional de manera tal que la ansiedad es un mecanismo psíquico mediante el cual se generan una sensaciones de intranquilidad que rompen nuestro equilibrio interno ocasionando malestar el cual motiva la movilización de recursos internos para sentirnos mejor.

Dada esta situación, nosotros los estudiantes de enfermería tenemos la responsabilidad ética y moral de atender este problema a través del compromiso con el cuidado y bienestar psíquico del ser humano, es por ello que debemos vincularnos con nuestros pacientes,  escucharlos y comprometernos emocionalmente con ellos pues solo así podremos entender la experiencia de sentir ansiedad desde su vivencia propia, particular y personal, la cual desencadena emociones que de por si serán complejas, complejidad  que es inherente a la condición humana. 

La corriente del pensamiento existencialista, aquella que aboga por el bienestar y protección de la vida; situarnos en este mundo, ser parte de este universo existir…. Ahora bien que pasa cuando nosotros los estudiantes de la ciencia de enfermería nos involucramos con aquellos pacientes que experimentan una amenaza real de muerte, aquellos enfermos de cáncer, moribundos y desaseados cuya existencia pende de un hilo, cuya capacidad de afrontar los cambios durante este proceso de “transitar” a través una identidad de “persona sana” a “persona enferma de cáncer”… Qué pasa cuando debemos situarnos en la realidad de ese paciente desde una perspectiva existencial que supone un complejo proceso de pensamiento el cual se resume en la frase… “de la vida a la muerte”… esta capacidad, la de afrontar cambios se vera afectada y reducida por la magnitud del problema (por ej. la muerte) y es precisamente esta baja capacidad de adecuación la que desencadena la ANGUSTIA, de manera tal puedo expongo que la diferencia entre la ansiedad y la angustia radica básicamente en el efecto de bloqueo de los mecanismos de defensa y descenso súbito de la percepción que generada en una situación de Angustia, lo que produciendo sensación de vulnerabilidad e incapacidad de reacción llegando a desencadenar una Crisis, sí crisis, aquellos típicos episodios de parestesia e hiperventilación que típicamente manifiestan nuestros pacientes que atendemos en las unidades de urgencia, situación contraria a la ansiedad en la cual la persona es capaz de identificar claramente la fuente estresora y movilizar recursos para intentar superarla.

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Para mí, la angustia es un sentimiento paralizador.
En cambio, la ansiedad muchas veces es el motor de las personas…No sería normal empezar algo nuevo sin una ansiedad inicial, que luego debiera ir desapareciendo.
El manejo de un paciente con ansiedad es muy diferente de uno con angustia, según yo…Pq en un paciente angustiado, yo creo q un simple fármaco ansiolítico no es la solución, como sí podría serlo en ciertos casos de ansiedad…La angustia quizás implica hasta un nivel espiritual, de falta de esperanza, que requiere un manejo en el tiempo por algún especialista.