La industria minera ha sido por años la principal fuente de empleo para los alumnos recien egresados de carreras químicas, sin embargo hoy se suman las empresas petroquímicas y de plásticos. Tampoco se puede dejar fuera el desarrollo del I+D en esta materia.
Estudiar una carrera relacionada con la química, muchas veces es una opción que no cuenta con el respaldo de los pares. La errónea percepción que se tiene obliga a pensar en personas con un trabajo entre fórmulas y tubos de ensayo y que no cuentan con un campo laboral amplio donde desarrollarse.
Todas estas apreciaciones son equivocadas pues los profesionales salidos de la gran gama de carreras químicas que las universidades chilenas ofrecen tienen un buen abanico de posibilidades. Empresas relacionadas con la minería, la petroquímica, con plásticos y los centros de Investigación y Desarrollo (I+D) son a donde apuntan la mayoría de los egresados.
A lo anterior, se pueden sumar las farmacias, la industria cosmética, los hospitales y las empresas de medicamentos, áreas que permiten el crecimiento profesional de quienes hayan estudiado químico-farmacéutico.
Para Ana María Edwards, directora de extensión de la Facultad de Química de la Pontificia Universidad Católica de Chile este mundo laboral crece para los ‘químicos UC’, como llama a los alumnos de estas carrera, por la formación integral que reciben. “Obviamente su fuerte es la química, pero también pueden ocupar cargos de gestión”.
Un rápido ingreso al mundo laboral
En cuanto a la facilidad para encontrar trabajo de los recién egresados, Edwards señala que el prestigio de la UC ayuda mucho. “A nuestros alumnos no le es difícil ingresar al mundo laboral”. Esta misma rapidez es la que destaca Eduardo Pereira, Jefe de Carrera de Químico Analista de la Universidad de Concepción. “Nuestros jóvenes tienen una empleabilidad del 90%. Al salir se les presentan muchas oportunidades y la mayoría se queda en la región”.
Para estos jóvenes profesionales, la siderúrgica de Huachipato y la refinería de ENAP son buenas opciones y en las que se les presentan las mejores proyecciones. “Pese a que vienen de otros lugares a buscar a nuestros alumnos, ellos deciden quedarse porque en las empresas de la zona logran una mayor movilidad”, señala Pereira.
Otro campo de acción es sin duda la investigación. Acá las propias universidades son las que más atraen a los recién egresados. “Un analista químico también puede desempeñarse como apoyo docente o ayudante de proyectos de investigación en la recopilación de datos y en pruebas preliminares”, aclara el jefe de carrera de la UdeC.
Aspiraciones salariales
Respecto a las aspiraciones salariales, éstas dependerán mucho del tipo de carrera relacionada con el mundo de la química que se haya elegido. Según Ana María Edwards un alumno salido de la Facultad de Química de la PUC puede percibir entre 600 mil y 800 mil pesos en sus inicios y a los 5 años llegar a cobrar 2 millones de pesos.
Para los analistas químicos el dinero no es tan generoso y se manejan en rangos de los 250 mil y los 500 mil pesos el primer año, declara Eduardo Pereira. Esta situación pasa más que nada por el rango técnico que legalmente tiene la carrera, situación que este año se pretende cambiar extendiendo la malla u ofreciendo una especialización, en ambos casos los estudiantes prolongarán sus estudios un año.
“Con esto sucede algo contradictorio. Cuando los jóvenes entran, lo hacen sabiendo que es una carrera corta y que les permitirá encontrar trabajo rápido, pero al avanzar quieren seguir estudiando más allá de los 4 años curriculares, pues así mejoran sus perspectivas profesionales. Ahí tenemos una deuda con nuestros alumnos que queremos corregir”, comentó Pereira.
Apoyo a la investigación
Sin duda un área importante en las carreras del mundo de la química es el I+D, sector que -a diferencia de lo que comúnmente se cree- ofrece grandes oportunidades, aunque como todo es mejorable. Ana María Edwards indicó respecto a este tema que “es importante aumentar la relación con el mundo privado para mejor la inversión en investigación. La mayoría de los fondos para esto provienen del sector público. Sería bueno seguir mejorando nuestra cooperación con el mundo privado, pues junto con crecer abrimos campo a nuestros alumnos”.
La verdad es que son muchas las carreras que tienen que ver con la química y otras ciencias, profesiones que no están entre las favoritas pero que tienen un gran potencial en el aspecto económico, como también en el desarrollo laboral.