[I]Los investigadores de la universidad estadounidense de Temple indicaron que
cuando una persona dice la verdad utiliza partes de su cerebro diferentes a las que usa cuando está mintiendo. Estos cambios pueden ser detectados por resonancia magnética. El método podría ser más exacto que las máquinas tradicionales, dijeron los científicos a la Sociedad de Radiólogos de Norteamérica. Los polígrafos convencionales tratan de detectar cambios
corporales relacionados con el decir mentiras, como sudor o altibajos en la presión sanguínea, la respiración y los latidos del corazón. Sin embargo el doctor Scott Faro -quien dirige el equipo de científicos- indicó que la exactitud de estos detectores es limitada, porque una persona que está
diciendo la verdad puede mostrar cambios similares por la ansiedad que le provoca el ser examinada. Además aquéllos acostumbrados a mentir pueden aprender a engañar el polígrafo. En su investigación los científicos le pidieron a 11 voluntarios disparar una pistola de juguete y luego mentir
acerca de lo que habían hecho. A otros cinco les pidieron que dijeran la verdad. A cada uno de los participantes se le realizó un escáner mientras eran interrogados. También se les realizó un examen poligráfico para compararlo. En todos los casos ambos sistemas detectaron con precisión a
los voluntarios que mentían y a aquellos que decían la verdad.
Los escáners mostraron que las áreas del cerebro que se activan cuando
se miente son diferentes de aquellas que entran en funcionamiento
cuando se dice la verdad. Otras áreas entran en funcionamiento cuando
la persona trata de engañar al interrogador. Aunque aún es muy
pronto para saber si los mentirosos seguros de sí mismos pueden engañar
a los escáners, el doctor Faro confía en que será un método más preciso.
“Planeamos investigar el potencial de los escáners cerebrales tanto
como examen individual como un complemento para los polígrafos”, dijo.[/I]