“Nunca había estado en algo así”, comentó Sebastián Piñera a Michelle Bachelet, rodeados por decenas de fotógrafos y periodistas que se abalanzaron sobre los cuatro presidenciables, mientras crecían las pifias de las 2.500 mujeres presentes ayer en el edificio Diego Portales, donde se realizó el seminario “Voz de Mujer” organizado por ComunidadMujer.
Minutos antes, la ex ministra había abandonado su podio luego de que se apagara su micrófono. La esposa del ministro Sergio Bitar, Kenny Hirmas -miembro del comando bacheletista-, buscaba frenéticamente al “encargado” para solucionar el impasse. Los gritos cruzados entre las numerosas adherentes de Bachelet y de Joaquín Lavín -que habían llegado masivamente y desde temprano al acto- hacían casi imposible continuar. Piñera y Bachelet rechazaron el ofrecimiento de los organizadores para que Carabineros desalojara a quienes gritaban.
Catorce minutos después, Bachelet volvía al podio. Si bien había pasado el momento más álgido del foro, la tensión había comenzado cerca de una hora antes, durante la exposición de Lavín.
Casi gritando, el ex edil continuó en medio de los gritos de “Lavín, escucha, ándate a la isla” (en alusión a su propuesta de cárcel-isla), pese a los pedidos de su generalísima y vicepresidenta de ComunidadMujer, Cristina Bitar, para que se hiciera un llamado a la calma. Durante su exposición, algunas mujeres que lo apoyaban cruzaron algunos golpes con las adherentes de la ex ministra.
La actitud del ex edil motivó un sorpresivo reconocimiento de Bachelet. “Joaquín Lavín ha sido un valiente, porque no ha sido fácil para él pararse acá con tantas mujeres impetuosas, llenas de ganas de decir lo que piensan. Quiero pedir un aplauso para él, porque ha sido muy valiente entre tantas mujeres”, dijo la ex ministra al comenzar su exposición.
El “expresivo” segmento
Tras el foro, desde el comando de Bachelet acusaban al equipo lavinista de “romper una vez más las reglas del juego” al “acarrear gente” y de “cortar el cable” del micrófono de Bachelet. En el lavinismo negaban los cargos y retrucaban diciendo que “si alguien llevó gente, fue Michelle”, aludiendo al mayor apoyo con que contaba en el auditorio.
En ese contexto, Bachelet sostuvo que las pifias contra el ex edil podían ser “producto de que en esta campaña hay gente que ha descalificado brutalmente a otros candidatos”, mientras que Piñera ironizó ante la presencia de “brigadistas que no deberían haber llegado, pero que llegaron igual”.
A su turno, Lavín se limitó a agradecer el apoyo de Bachelet y si bien dijo sentir que lo habían tirado “a los leones” al hablar primero (fue elegido por sorteo) señaló que igual “logró hacer sus propuestas”.
Para el ex edil -quien en las elecciones de 1999 obtuvo la mayor parte del apoyo de las mujeres- es fundamental crecer en este segmento, ahora dominado por Bachelet. Piñera también espera revertir su tercer lugar en las preferencias de las mujeres para alcanzar a su par gremialista y pasar a una eventual segunda vuelta.
Aunque el objetivo del seminario era que los candidatos escucharan los resultados del estudio presentado por ComunidadMujer y expusieran sus propuestas para este sector, tras el agitado encuentro todos coincidieron en que el evento pareció más una “proclamación política” que una oportunidad para ampliar el electorado y que la polémica acaparó toda la atención. Excepto mientras intervino Tomás Hirsch, quien expuso al final del debate, cuando las adherentes más “activas” ya se habían retirado.
fuente la tercera.