Que buena discusión, de las pocas que dan gusto de leer.
Después de Dios… Qué?
La pregunta es simple de responder dependiendo del hecho de creer o no en Dios, en su existencia.
Físicamente, como corpus, sólo somos materia, que se transforma, luego de morir, como alguien tan duramente decía, “nacemos, vivimos, morimos y nos podrimos”.
Pero qué pasa con el alma. Aquella parte que no consiste en materia perceptible por los sentidos (6) conocidos.
El hombre ha decidido entender que a parte de lo que conocemos y percibimos por los sentidos, hay un algo más, que se ha denominado Dios. Una fuerza, una persona, un ser superior, un alguien que guía, que te conforta, que te apoya, que está ahí para ti, para que puedas seguir adelante, siguiendo su ejemplo, y que en su infinita misericordia perdonará todos tus pecados, ya que entiende, que somos tan pequeños, que somos incapaces de seguir sus designios sin cometer errores, ya que sólo él ha sabido ser perfecto y misericordioso.
Pero yo me pregunto, no es una idealización de un algo a lo que aspiramos llegar a ser, engañando nuestros propios sentidos, creando una figura a la que podemos recurrir para compartir y reconfortar nuestras penas y nimiedades?
Después de toda esta chachara debo decir que yo si creo en Dios, pero no como se concibe generalmente. Comparto la creencia de que se le atribuye demasiadas cosas que son simples fenómenos de la naturaleza, que aún el hombre no ha logrado darle una explicación científica. Pero esa es mi parte racional, que sabe que todo tiene una explicación. Pero que actualmente no tenemos todos los conocimientos necesarios para descubrir el qué y el por qué de cada suceso.
Ahora bien, no es menos cierto que una parte de mi ha decidido creer que más allá de lo “evidente” hay algo, pero no lo veo como un ser superior, sino como una proyección de lo que yo debo llegar a ser, de la fuerza que debería llegar a tener,más que un refugio, un aliento. Un recordatorio de que en sí, tengo mis propias capacidades para llegar a hacer y ser lo que quiero ser (valga la redundancia).
Es complejo poder concordar una postura un tanto escéptica respecto del tema, con un poco de creencia sobre el mismo, porque suena a ambigüedad, pero creo que en estos tiempos hay que abrirse a pensar, no podemos estar tan “drogados” por una antigua creencia, válida para quienes la siguen, inoficiosa para los que no creen en Dios.
[U]En definitiva, después de Dios qué hay, nada. Porque en teoría él es todo.
Y si no creo en Dios, después de él qué hay, todo, porque el mundo, la vida y la espiritualidad no se acaba en lo que no existe.[/U]