¿Existe una brecha entre la forma de ver y entender el funcionamiento anátomo-funcional del cuerpo humano entre los Kinesiólogos y los Médicos?, la verdad es que si, y mucha diferencia debido a los amplios conocimientos en las diversas áreas del quehacer profesional, trataré de ejemplificar algunos aspectos de nuestro enfoque terapéutico y otras “barbaries diganósticas” de los médicos en sus indicaciones -confusas e inadecuadas- para el proceso de rehabilitación que repercute en los kinesiólogos tomándonos de la cabeza o burlándonos de ellos.
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La evaluación en el área de la salud, debe ser un procedimiento sistemático, que permita llegar a la comprensión del estado en el que se encuentra el individuo en materia de salud o enfermedad. Para que sea confiable, debe permitir la objetivación de las observaciones, la comparación intra e inter sujeto e intra e inter observador, manteniendo un grado de acuerdo entre los mismos. Debe tener sensibilidad y especificidad para lo que se pretende evaluar. Debe permitir ser aplicada en las distintas fases de un tratamiento, permitiendo verificar las variaciones en el cuadro de inicio.
La evaluación Kinésica debe contemplar estos aspectos, pero además debe enfocar su mayor atención en el estado funcional del sistema evaluado, aspecto complejo por naturaleza y como veremos posteriormente, en ocasiones es difícil de precisar. El estado funcional debe ser el mayor objetivo de la evaluación y eventual diagnóstico kinésico.
Objetivos de la evaluación Kinésica.
1º Comprender el estado morfológico y funcional.
2º Determinar siempre que sea posible, las causales del fenómeno.
3º Establecer los lineamientos del tratamiento.
1º En cuanto al primer punto, solo cabe decir aquí que forma y función son dos caras de una misma moneda y que no podemos como kinesiólogos descuidar en el análisis ni una ni la otra. En un esquema fisiológico la función gobierna a la estructura y en un esquema patológico es la estructura la que gobierna la función. El cuadro que evaluamos nos dirá en que parte de la situación estamos.
2º La búsqueda de las causas de un determinado cuadro puede conducir a un laberinto en el cual es fácil perderse. Por lo tanto debemos hacerlo, pero también debemos saber cuando parar.
Tomemos como ejemplo un paciente con dolor en un pie durante la marcha en la fase de apoyo monopodal. Al evaluar se detecta una pérdida del arco interno de dicho pie lo que trae como consecuencia un pie plano funcional, con insuficiencia ligamentaria. Uno rápidamente podría concluir, los ligamentos se encuentran débiles por lo cual no contienen a las articulaciones y por consiguiente tenemos la pérdida del arco interno. Solución a esta primera causa, la retención ligamentaria.
Pero podemos preguntarnos si existe alguna causa que predisponga a la laxitud ligamentaria. Encontramos que la descarga de peso se realiza en el sector interno del pie. Aquí viene una nueva causa, ¿qué origina que la descarga del peso se realice en el sector interno?.
Encontramos una rotación interna del miembro inferior, que explica tal echo. Es lógico preguntarnos, ¿quién genera esa rotación interna?.
Encontramos que una retracción de aductores pubianos es responsable de la rotación interna. Pues bien, ¿Cual fue la causa de esa retracción?.
Como vemos podemos seguir construyendo una cadena de causas. ¿Cuándo detenernos?.
Cuando encontramos una pista para realizar nuestro trabajo se puede dejar de interrogare por las causas.
En este caso al encontrar una responsabilidad en los aductores ya tenemos un camino terapéutico, podemos interrumpir por el momento la búsqueda de nuevas causas y planificar el tratamiento desde estos hallazgos.
3º El diagnóstico además de informarnos de la situación, debe permitirnos saber que hacer para modificar esa situación. Y sobre todo desde el punto de vista funcional. La evaluación no puede concluir sin una pista o hipótesis de trabajo.
El proceso de evaluación clínica en Reeducación Postural Global (RPG), cuenta con cuatro pasos, el aspecto morfológico general, el interrogatorio, el examen de las retracciones musculares y la reequilibración. Estos tienen un orden creciente de complejidad y profundidad. Especialmente los dos últimos permiten construir la hipótesis de trabajo, dando las pistas sobre las que se trabajará en la postura. Los tres primeros junto con los estudios complementarios, permiten comprender el aspecto morfológico.
La reequilibración específicamente, está dirigida a comprender el aspecto funcional del problema, ya sea este morfológico o sintomático. La Reequilibración le da a la evaluación el aspecto global, pues permite relacionar un problema con sus responsables, abarcando el conjunto del sistema dentro de la evaluación. Permite además reconstruir el camino de una cadena de lesión.
4° Desde mi punto de vista, creo en la necesidad que la evaluación Kinésica no solo sea aplicada a la terapéutica, sino que sea parte del esquema profiláctico que todo individuo debería cumplir desde sus primeros años de vida. Al menos en materia de alteraciones en la postura, se observan importantes fallas en los procesos de detección precoz de esas patologías.
Gracias a Mario Korell y a mi Blutengel