[FONT=tahoma]Renuncie a todo y me di por vencido. Decidí que iba a dejar a un lado a mi trabajo, a mi mujer, mi religión e incluso a mi propia vida.
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[FONT=tahoma]Cogí mi coche familiar y fui al campo para tener una última visión del mundo natural y alejarme de la jungla de asfalto, polución y asfixiante actividad.
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Una vez hube entrado en la naturaleza detuve mi coche en mitad de la nada y me interné en el bosque.
Cuando ya me había alejado de la carretera lo suficiente, grité con todas mis fuerzas:
-¡Dame una buena razón para no darme por vencido! (sigue en el enlace):
http://www.saberpsicologia.com/articulos/cuentos/el-helecho-y-el-bambu/107