En cosmología y física, el principio antrópico establece que [I]todas las constantes y leyes físicas, deben ser consistentes de tal forma que la vida humana se pueda desarrollar[/I]. En otras palabras, una ley física que no garantice la existencia del ser humano, no puede considerarse válida. Si bien esta es la definición más general, existen varias versiones de este principio:
[B]1.- [I]Principio antrópico débil (WAP)[/I][/B]: La vida tal como la conocemos (basada en el carbono) puede surgir y existir solo durante una cierta época de nuestro universo; por lo que las constantes físicas están restringidas a este hecho.
[B]2.- [I]Principio antrópico fuerte (SAP)[/I][/B]: La vida puede surgir en cualquier época, solo en un tipo particular de universo.
Notar que el WAP solo se limita a nuestro universo, mientras que el SAP de manera implícita se refiere a muchos universos posibles.
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3.- [I]Principio antrópico participativo[/I][I] (PAP[/I])[/B]: Los observadores conscientes son necesarios para traer a la existencia al universo, y el universo es necesario para traer a la existencia a los observadores
[B]4.- [I]Principio antrópico final[/I][I] (FAP)[/I][/B]: Toda la vida que existe, continuará evolucionando con los recursos inanimados del universo (el desarrollo de las computadoras por ejemplo), hasta que se alcance un punto en que tendrá propiedades de omnipotencia, omnipresencia y omnisciencia, con la capacidad de crear en el pasado.
Actualmente, el principio antrópico es un activo tema de discusión en la comunidad científica; principalmente porque tiene muchas implicaciones filosóficas, ideológicas y religiosas: ¿nuestra existencia es un mero accidente o tiene un propósito?, ¿el universo está hecho para nosotros? o ¿nosotros nos adaptamos al universo?, ¿por que el universo es como es?..
El primer científico que utilizó los argumentos del principio antrópico en la cosmología fue Robert Dicke, en un artículo de la revista [I]Nature[/I], el año 1961. Según él, los físicos solo puede existir en una determinada ventana de la historia del universo; ya que esto nos garantiza que en el universo existan estrellas que proporcionen carbono para la química de la vida. La ubicación de este ventana es muy precisa, ya que de eso depende de que existan estrellas, pero también de que no se hayan consumido por completo. Relacionando esta idea, con cálculos anteriores realizados por Paul Dirac (*), Dicke concluyó que precisamente los valores de las constantes físicas, están restringidos al hecho de que la vida basada en el carbono sea posible. Esta fue la formulación del WAP.
En 1968, Brandon Carter también se interesó en el principio antrópico. Según él, el WAP nos dice que nuestra existencia no es simple coincidencia, ya que nosotros no podríamos contemplar el universo en cualquier época y lugar; en otras palabras, nuestra perspectiva tiene que ser especial en algún sentido. Aparte de esta idea, Carter fué un poco más allá, y formulo el SAP: las leyes fundamentales de cualquier universo, deben ser tales que permitan la existencia de observadores.
Las versiones participativas y finales del principio antrópico, son parte de una polémica y controvertida idea que propusieron los astrofísicos Frank Tipler y John Barrow en su libro “The Anthropic Cosmological Principle”. Aparte de sugerir la evidencia de diseño en el universo, afirman que los humanos, en algún punto de la historia del universo (que lo denominan “punto omega”) llegaramos a ser el creador-diseñador. El PAP y el FAP, generalmente no es aceptado por la comunidad científica en general, ya que se considera mas ciencia-ficción que ciencia.
No han faltado las objecciones al principio antrópico. Las mas comunes son las que lo declaran como una simple “tautología”, como un retroceso a lo “religioso”, del resurgimiento del “dios de los agujeros”, etc. Pese a esto, han habido varios científicos que han usado el WAP para explicar y predecir fenómenos físicos con éxito, y es debido a esto, que el el debate actualmente está en discusión.
Tal como ya lo mencioné, es innegable que este principio conlleva implicaciones profundas acerca de la existencia del universo, y nosotros mismos. Mas adelante trataré este asunto. Por ahora sólo me conformo, que esta breve exposición sea una pincelada general acerca del principio mismo.
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