Ser guachaca no es lo mismo que ser ordinario. Buscando y buscando por ahí, encontre la definición de que es ser guachaca. Aqui les va:
¿Qué es ser Guachaca, ah?
os Guachacas somos Humildes. No nos sentimos, tigres ni jaguares, ni lobos, ni andamos dando recetas de cómo debe vivir el hombre y como debe estar organizado el mundo. Pero queremos que se tome en cuenta los humildes, a los que son felices con las cosas simples; con un cielo que podamos ver, un amigo a quien abrazar, una mujer (o un hombre) a quien amar, una casita para pintarla cada primavera, unos hijos que educar, una historia que contar y que la vida siga siendo un misterio que se descifra día a día.
Los Guachacas somos Cariñosos. Somos puro sentimiento, nos gusta sentir el romance, apenas lo olfateamos y ya el corazón nos bombea rapidito, como que se nos nubla la vista y los ojitos se nos ponen brillosos de pura pasión. Nos gusta canturrearle al oído a las mujeres, suavecito, como un secreto, y no como los cuicos que confunden los oídos de una dama, con el programa ¡Alo Ely! Y cuando no les cuentan sus problemas, terminan hablando más gueás que recién operados.
Nosotros hasta cuando hablamos se nos cae la poesía, mientras que ellos tienen que contar con los dedos de la mano para hacer una rima.
Los Guachacas somos Chilenos. Y lo decimos sintiendo cada una de esas palabras. ¡Somos Chilenos! Nos gusta Chile, nos gusta esta tierra de montañas, de desiertos y de bosques, nos agrada la gente de Chile,(excepción, claro está, de los cuicos) nos alegran nuestras hermosas mujeres, aunque nos gustaría que hubieran más. Nos gusta el vino de esta tierra, vino de amistad, de compañía, de sentimiento, hasta nos cae bien el piskelly y no le hacemos asco a una pilsen matinal. Nos agrada nuestra orientadora cordillera, festejamos cada pedazo de este suelo con terremotos y todo. Como no sentirnos felices de este pedazo de cielo, que a veces se nos viene encima.
Nos gusta Chile y su gente y lo decimos con orgullo.
¡!Los Guachacas Somos Chilenos todo el año!!
Pero También nos han dado duro, critica y más critica, que somos atrasados, que somos una moda, que no tenemos objetivos generales, ni específicos, ni siquiera implícitos. Que no tenemos método y es posible que tras nosotros existan intereses de potencias extranjeras.
Por ello decimos…
Dicen que vamos tarde a nuestra cita con la historia, que los guachacas no somos modernos, que vamos atrasados al encuentro con el futuro, de acuerdo, pero dejemos en claro que nadie nos avisó el día y tampoco la hora, y seamos honestos, casi siempre llegamos tarde a nuestras citas, es que a veces nos perdemos en el camino, nos equivocamos de dirección y la mayoría de las veces gozamos como niños inventando nuevos caminos. Todavía no hemos podido corregir la manía de andar soñando despiertos y en colores, chocando con todos, pensando en voz en alta y esta ancestral e inexplicable tendencia a la resurrección.
Cargamos sobre los hombros una injusta fama de lenguas sueltas, vagabundos, calentones, buscavidas, fiesteros, solo porque violamos las normas de la resignación colectiva, por que portamos el famoso virus de la desobediencia y no tenemos certificado de vejez obligatoria.
Somos guachacas ¡ Y Por algo será!.
Llevamos más de 500 años aprendiendo a amarnos entre nosotros, en este querido y pequeño país, mientras los cuicos hasta trabajan horas extras por nuestra perdición.
Somos los que día a día buscamos el mapa del tesoro escondido, los que vamos golpeando puertas, para ver en cual entra la llave del amor prohibido, los que anhelamos el regreso de los perdidos, y arrastramos una plegaria por la resurrección de nuestros seres queridos. Somos los que hemos elegido el ancho camino de llegar a viejos sin ser adultos.
Yo soy guachaca, lo acepto. ¿Y ustedes?