¿Es la homosexualidad un paso evolutivo hacia el Superorganismo?


Solo concibiendo la evolución como algo que actúa sobre poblaciones enteras, y no sobre organismos individuales, podemos comprender la eusocialidad - el misterioso comportamiento aparentemente “atruista” exhibido por los insectos que precede a la reproducción, y que tiene como fin el cuidado de los jóvenes miembros de la colonia.
Eso es lo que sostiene Edward O. Wilson, el legendario sociobiólogo, medioambientalista y entomólogo, en un artículo publicado en la edición de enero de la revista [I][URL=“http://www.aibs.org/bioscience/current_issue.html”]Bioscience[/I]. Wilson no extrapola de los insectos a los hombres, pero sus conclusiones provocan cuestiones fascinantes sobre los aspectos evolutivos de los humanos que no se reproducen.
Observado en algunas especies de hormigas, abejas y avispas, la eusocialidad ha dejado perplejos a los investigadores, que son incapaces de explicar - al menos en términos de la evolución tradicional - como pueden castas enteras de insectos haber evolucionado para simplemente abstenerse de la reproducción, pero destinados a cuidar de larvas genéticamente distantes.
Wilson trató sobre la eusocialidad en su libro de 1975 “[I]Sociobiología: la nueva síntesis[/I]“, libro que inició el campo de la sociobiología moderna, al conectar los comportamientos complejos con las tendencias evolutivas. El autor explicó el fenómenos como una selección familiar: la evolución no actúa sobre los individuos, sino sobre grupos de individuos emparentados próximamente.
Sin embargo, dice Wilson, los nuevos hallazgos hacen que la selección familiar no tenga una explicación completa. En este aspecto señala la aparición de la eusocialidad en las especies de insectos que no poseen haplodiploide, un mecanismo de selección sexual que hace que las hembras sean genéticamente más parecidas a sus hermanas que a sus crías. Si la selección familiar condujo a la eusocialidad, entonces debería haber surgido primeramente en estas especies. Sin embargo, la mayoría de especies haplodiploides no son eusociales.
Wilson cree que la eusocialidad surgió como una adaptación, a nivel de grupo, para competir por la comida con otras colonias de insectos; con algunos miembros de la colonia dedicados a proteger los huevos y las larvas, otros podrían aventurarse más lejos en busca de alimento. Todo lo necesario para que este paso evolutivo se diese, era la aparición de un gen - o de un sistema de genes - que hiciese que los trabajadores deseasen quedarse en casa y ayudar, en lugar de abandonar la colonia y reproducirse en cualquier otro lugar.
No se puede decir que esta teoría esté bien cimentada. No se ha identificado este alelo, y los biólogos teóricos ni siquiera han sido capaces de recrear un modelo. Bert Hoelldobler, un entomólogo de la Universidad del Estado de Arizona y coautor, junto a Wilson, de un reciente libro sobre las hormigas, comenta en un e-mail que su amigo “se equivoca cuando cuando usa grados de parentesco de bajo nivel, en sistemas eusociales sumamente avanzados, como evidencia de la falta de significancia del parentesco en la evolución de la eusocialidad”.
Todo este debate podría parecer una especie de diversión académica, a no ser por el increíble éxito alcanzado por las especies eusociales. “A pesar de que solo el 2% de las especies de insectos son eusociales”, escribe Wilson, “estas especies comprenden la mayor parte de la biomasa de origen insecto”. A pesar de que hay que ser muy cuidadoso a la hora de sacar conclusiones rápidas y luego aplicarlas a las personas, está claro que en algunos aspectos este sistema de cooperación, mucho más sutil que el ideal darwinista centrado en el individuo, es un éxito extraordinario.
De modo que, una vez hechas todas las advertencias necesarias en contra del reduccionismo y de la interpretación errónea, podemos preguntarnos: ¿deberían las sociedades humanas concebirse a si mismas en términos de selección a nivel de grupo? ¿Hemos desarrollado ya algunos aspectos de la eusocialidad? Y — solo para hacer que la cosa se ponga realmente interesante — ¿podrían los humanos que no se reproducen, como por ejemplo (la mayoría de) los gays y lesbianas, así como los heterosexuales que deciden no tener hijos, ser en realidad una manifestación de esta eusocialidad emergente?
Citar la eusocialidad como defensa de cualquier estilo de vida elegido, incluso a nivel teórico, podría resultar un fracaso, puesto que este comportamiento implica la servidumbre de un individuo en relación a un bien mayor. Pero al menos sugiere que ciertos estilos de vida poco ortodoxos podrían perfectamente no ser tan “antinaturales” después de todo.
Traducido de Is Homosexuality an Evolutionary Step Towards the Superorganism? (Autor: Brandon Keim).

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(fuente: www.maikelnai.es)

cuek!!

cuek - cuek!!!

triple cueck

unque yo digo cuenck!

Respuesta: ¿Es la homosexualidad un paso evolutivo hacia el Superorganismo?

pero que ridiculez XD

Respuesta: ¿Es la homosexualidad un paso evolutivo hacia el Superorganismo?

pero que chucha jajajaj xdd-. ok si es el siguiente cambio evolutivo. como seria la reproduccion???.