Durante los primeros años de su existencia, parece que el universo sirvió carne y patatas a los agujeros negros. Los astrónomos han descubierto, gracias al observatorio Chandra en rayos-X, que ciertos agujeros negros supermasivos, como el que aparece dibujado en esta representación artística hecha pública el pasado 24 de julio, engulleron el material que tenían a su alrededor a ritmos muy acelerados. En aquella época (hace 11.000 millones de años), los agujeros negros eran hasta 20 veces más frecuentes que hoy en día. Esto podría deberse a que entonces, la cena era de mejor calidad: estos monstruos aparecen con una frecuencia 6 veces mayor durante las primeras fases de los clusters galácticos, que son más ricos en gas y por tanto suministran más comida para el crecimiento de los agujeros negros. (Foto: NASA/CXC/M. Weiss)
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(fuente: www.maikelnai.es)