La columna de Claus

Esta semana, Generación Mtv :confused:

Todos fuimos, somos o seguiremos siendo jóvenes, algunos antes de lo común, otros después, cosa que no es necesaria juzgar. Se siente durante ese perpetuo y decidor momento un hecho bastante cierto y tangible: La fuerza de la juventud a veces no nos deja pensar tranquilos o no nos deja ver el abánico completo de posibilidades.

Yo soy jovén, o tal vez no. Una vez un amigo me comentó que era una especie de veinteañero cuarentón, a lo que le respondí que por suerte no era un cuarentón veinteañero, principalmente porque alli juega el patrón de la lucha (a nivel personal) del querer no ser patético y el ser patético y no darse cuenta. Es así como el concepto de veinteañero me quedó dando vueltas.

Pensemos que a los 20 puedes ser cualquier cosa: un niño, un vago, un pelmazo, en fin, cualquier cosa. Con ese confronte me encontré con la tele antes de un viaje. Veía un especial de Metallica por Mtv, el Mtv Icon, y asimilé el hecho de que la multiplicidad de opciones hoy por hoy se engloba dentro del mismo rango: el del lider, sus seguidores, sus detractores y sus analistas.

Para que estamos con cuentos, si tuvieramos la oportunidad impondríamos nuestros sueños e ideales dentro de una nueva moralidad humana; las grandes instituciones así lo han hecho.

Veía saltar al ritmo de guitarras de grupos de moda a una serie de personas vestidas bastante parecidas recocidos de estos dinosaurios y una idea me saltaba en la cabeza: Esta es la representación de Mtv y lo que quiere entregar, reconociendo en Mtv un ejemplo de mediatización. El hecho que tanto niño lindo intentando robar cámara entre la multitud en una especie de rito celestial a este nuevo barómetro de lo estético reafirma la filosofía reivindicativa de la exploración personal desarrollista basada en la entrega para uno, desde uno con su consecuente respuesta en el otro (a todos no les podemos caer bien…). Para algunos puede parecer normal dentro de los ámbitos psicológicos, pero si lo llevamos al cotidiano, bueno, ese es otro cuento.

Al menos lo miro así, esa juventud Mtv, de la multiplicidad reaccionaria y sistémica (sin juzgar si están bien o mal) no es otra cosa que un espejo de la realidad funcional al diario vivir. Nos movemos dentro de un contexto (por no llamarlo sistema) que nos entrega solo la gama deseable de posibilidades, comemos de ella y nos movemos en la masa hambrienta. Que los grupos de moda, por disimiles que sean, representan lo mismo en el fondo. Nos dicen que la hememonización de la imagen y la forma de entrega del mensaje nos llama a actuar en bloques frente a intereses que ni siquiera elegimos, si no que consumimos. Y cuando te das cuenta de eso no te revolucionas, por el contrario, te reacomodas, te flexibilizas, “te vendes” de una manera u otra. Si tu individualidad se reduce das espacio al crecimiento de tendencias que el contexto (sistema) llena. Pero si te expandes formas especies de poros en tu elasticidad, por lo tanto tu misma subjetividad construye desde la práctica y va creando nuevas formas.

Ya es tiempo de expandirnos, de lograr meter lo que deseamos (aunque sea los más banal o utópico) en nuestras vidas. Si crees que es tiempo de decidir, decide; si no, prende la tele y sigue viendo Mtv. La decisión está a un boton de distancia.

Pronto nuevo espacio para esta columna: www.geocities.com/conexionmutante