[CENTER]La obesidad puede contrarrestar el éxito del trasplante pulmonar.
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La obesidad es un factor de riesgo independiente que puede generar malos resultados luego de un trasplante pulmonar, según revela un estudio publicado en American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine.
“Nuestros resultados deberían hacer que los médicos de atención primaria y los neumonólogos alienten a sus pacientes con enfermedades pulmonares graves a tener un peso saludable mucho antes de que necesiten un trasplante pulmonar”, dijo el autor principal, doctor David J Lederer, de la Columbia University.
Para el estudio, Lederer y colegas de 10 centros de trasplantes reunieron información de 512 receptores de pulmones.
“Observamos que los pacientes obesos tienen alto riesgo de desarrollar una disfunción primaria del injerto después del trasplante, lo que prolonga la internación en terapia intensiva y aumenta la probabilidad de complicaciones”, explicó Lederer.
“De hecho, la disfunción primaria del injerto es la causa principal de muerte en el primer año posterior al trasplante pulmonar”, agregó el experto.
El 29 por ciento de los participantes desarrolló una disfunción primaria de grado 3 dentro de las 72 horas del trasplante. Un análisis de variables múltiples reveló que la obesidad estaba asociada con el doble de riesgo de tener esa complicación.
Tras considerar varios factores, como el centro donde se había realizado el trasplante, por cada 5 puntos más de índice de masa corporal (IMC) a partir de los 25 kg/m2, el riesgo de tener una disfunción primaria grave del injerto aumentaba un 40 por ciento.
Con un estudio caso-control, el equipo comparó también los niveles de citoquinas antes y después del trasplante en 40 pacientes con disfunción pulmonar y 80 personas sanas (grupo de control).
Niveles altos de leptina en sangre, algo común en las personas obesas, estuvieron asociados con la aparición de una disfunción pulmonar. No se registraron relaciones significativas entre los niveles de adiponectina o de resistina en sangre y la disfunción del injerto.
Lederer opinó que los médicos pueden ayudar a adelgazar a los pacientes obesos con disfunción pulmonar grave y que “se podría reducir un 20 por ciento la mortalidad al año del trasplante pulmonar con sólo mejorar la salud general de los pacientes que lo necesitan”.