La Sociedad Dominicana de frente a la Globalizacion

[CENTER]Resumen
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[CENTER]La Cultura Dominicana de frente a La Globalización
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[B]A) QUÉ SE ENTIENDE POR GLOBALIZACIÓN.[/B]

Este término se refiere a una intestificación sin precedente y una aceleración de un flujo cada vez mayor de las comunicaciones y el movimiento de gentes, tecnología, dinero, bienes, imágenes e ideas a través de las fronteras nacionales, esta interacción mas allá de las fronteras vincula de hecho o potencialmente a individuos, organizaciones, países y culturas, sin embargo, la interdependencia que resulta de esos vínculos es frecuentemente asimétrica, en su sentido más pleno, la globalización es un proceso que surge de dos desarrollos históricos mutuamente conexos uno es el avance en las tecnologías de las comunicaciones, la información y el transporte.

[B]B) ¿QUÉ SE ENTIENDE POR CULTURA?[/B]

Conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos, que caracterizan a una sociedad o grupo social en un periodo determinado. El término cultura engloba además modos de vida, ceremonias, arte, invenciones, tecnología, sistemas de valores, derechos fundamentales del ser humano, tradiciones y creencias. A través de la cultura se expresa el hombre, toma conciencia de sí mismo, cuestiona sus relaciones, busca nuevos significados y crea obras que le trascienden.

[B]Camino hacia la globalización: El bagaje cultural por Sahnya Shulterbrandt, Directora de Ediciones y Desarrollo, INTER-FORUM Newsletter at FORUM INTERCULTURA, S.A.[/B]

En este empedrado camino hacia la Globalización el más preciado tesoro debe ser nuestro Bagaje Cultural. Los elementos que comprenden nuestra Cultura Nacional deberán protegerse y conservarse. No nos olvidemos de la “Educación” en todas las áreas, técnica, profesional, intelectual, y artística, ya que en la Globalización está el factor determinante para el desarrollo y crecimiento de los países, sin dicha educación no habría desarrollo.

Para que la Globalización no nos absorba, es importante que estemos conscientes de nuestras riquezas y que nos sintamos orgullosos de ellas y podamos protegerlas y preservarlas con el correr del tiempo.

Esfuerzos como los de Juan Luis Guerra y Chichí Peralta por rescatar elementos de la música autóctona deben repetirse en nuestro micro mundo todos los días.
Así en nuestras artes culinarias los grandes restaurantes, los hoteles cinco estrellas y las más famosas panaderías de Santo Domingo se jactan de ofrecer lo mejor de la pastelería francesa, pero se olvidan de ofrecer los deliciosos sabores y joyas de la gastronomía dominicana. Así podría servirse, además de los maravillosos panes franceses, un pan de batata con jengibre, o un sabroso yaniqueque horneado.
La riqueza y amplitud de la artesanía haitiana, la inmensa variedad de objetos y técnicas, como el trabajo en hierro, el tallado de madera, el tallado de piedra, la pintura Naif, solo por citar algunas de las más preciadas y fácil de encontrar en las calles de Santo Domingo, tiende a confundir al turista que viene en búsqueda de algo autóctono y se lleva una pieza extranjera o una pieza de imitación que nada tiene que ver con lo dominicano o con lo nacional.

Las fiesta patronales, que tradicionalmente representaban la mayor conservación del acervo popular, se ven hoy convertidas en parrandas licoreras, que más que proteger e incentivar el arte y la cultura llevan a la vida desenfrenada y libertina, donde no hay mayor valor que el poder económico y las apariencias.

Los tradicionales concursos y exposiciones de trabajos manuales van desapareciendo. El macramé ya no es un pasatiempo de nuestras jóvenes a pesar de estar tan de boga hoy día. El practicar este arte es un acto anticuado. Los juegos tradicionales ya no se practican y la mayoría de nuestros niños y hasta nosotros sus padres, pasamos nuestro tiempo libre enfrascados en el televisor o frente a los juegos del computador, dándole a nuestras vidas la calidad que realmente no se merece.

[B]Globalización, identidad cultural dominicana y su relación con el patriotismo. José Fco. Jiménez[/B]

Desde hace unos años, o bien desde la década de los 80, este proceso ha cobrado muchísimo ímpetu, sobre todo debido a los grandes avances en el campo tecnológico.
[B]¿Cuáles son las causas de ese comportamiento? [/B]
Esta tiene su origen en el patriotismo trujillista, en efecto, durante los gobiernos de la dictadura se difundió la doctrina de que existían dos patrias: una vieja que había sido fundada por Duarte, Sánchez y Mella, que es según mi consideración la real y viva. Y la otra nueva, fundada por el tirano, que pasó a ser el padre de la patria nueva.
Esto trajo como resultado que los bienes o valores patrios que se le presentaban al pueblo como digno de ser amado, eran los que Trujillo había creado, escuelas, palacios, carreteras, puentes, instituciones, etc., los demás, de la patria vieja no tenían importancia o eran menospreciados.
En ese sentido, el patrimonio intangible, ese que no se puede tocar, se expresa en la música, en cantos tradicionales, cantos religiosos cantos de trabajo, himno y tonadas infantiles. Y en la literatura oral en la que nuestros campesinos iletrados transmiten de una generación a otra mediante las décimas, cuentos, oraciones, adivinanzas, refranes, creencias, mitos, ensalmos, e historietas algunos mensajes de su realidad, así como otras manifestaciones culturales.
La crisis de la identidad cultural y el patriotismo poseen indicadores muy concretos, veamos algunos:

  1. La indeferencia ante lo que perjudica el patrimonio nacional, al igual que la destrucción de la propiedad pública y el descuido con que se administran los bienes públicos. [/LIST]

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  2. El poco amor o menoscabo por nuestros héroes y próceres. Por nuestras reliquias históricas, por nuestras estatuas, bustos y monumentos. Por nuestra historia y por nuestras leyendas y tradiciones. [/LIST]

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  3. La indiferencia con que se ve la destrucción de nuestra naturaleza y la extinción de sus especies. [/LIST]

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  4. El menosprecio por las instituciones civiles y el desdén por las actividades propias de la vida social dominicana. [/LIST]

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  5. El desamor que muchos sienten por nuestras artes (música, pintura, escultura, literatura, teatro y danza). La creciente afición a las creaciones culturales extranjeras, en detrimento o postergamiento de las nuestras, por moda o por capricho. Igualmente, el poco reconocimiento que muchos otorgan a nuestros artistas y hombres de ciencias, por el solo y simple hecho de ser dominicano. [/LIST]

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  6. La ligereza con que enajenamos el patrimonio industrial como la Corporación de Empresas Estatales (CORDE ) , la Corporación Dominicana de Electricidad ( CDE ) , Los Molinos Dominicanos, el Consejo Estatal del Azúcar etc. Todas estas empresas llevadas a la quiebra no porque no sean rentables, sino por la acción de gobiernos y políticos corruptos e irresponsables. [/LIST]

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  7. El irrespeto a las instituciones que conforman el Estado Dominicano y sus poderes, donde la carencia de valores patrios ha hecho de estos, entre otras cosas, fuente de enriquecimiento ilícito. [/LIST]

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  8. Las deficiencias del patriotismo nos hacen cometer muchos errores que afectan la seguridad nacional y la idiosincrasia dominicana, así como nuestra identidad nacional.

En un mundo en vía de globalización, naciones pequeñas como la dominicana, lo que las hará sobrevivir es su patriotismo. Es decir su amor a lo nuestro, a nuestro patrimonio cultural nacional, tangible e intangible.