Cuando ya no se cree -o se lo hace tibiamente-, en un ser superior, cuando tampoco un sistema de valores firmes orientan nuestro comportamiento, cuando todo es demasiado relativo para poder jugarse por algo,… ¿qué otra cosa nos queda como compañía que la fría soledad a la cual disfrazamos de divertimentos en grupo, sin ninguna gravidez y además fugaces? :?: :!: