La tensión volvió a subir en Bolivia. Esto, porque ayer varios legisladores y dirigentes sociales de Santa Cruz volvieron a debatir la posible autonomía de ese departamento y hablaron por primera vez de independencia, luego de que fracasaran los intentos por redistribuir los escaños parlamentarios con miras a las elecciones del 4 de diciembre. Santa Cruz exige que se le den cuatro diputaciones más en respuesta a su crecimiento poblacional. Sin embargo, el Congreso rechazó esa idea.
La tensión volvió a subir en Bolivia. Esto, porque ayer varios legisladores y dirigentes sociales de Santa Cruz volvieron a debatir la posible autonomía de ese departamento y hablaron por primera vez de independencia, luego de que fracasaran los intentos por redistribuir los escaños parlamentarios con miras a las elecciones del 4 de diciembre. Santa Cruz exige que se le den cuatro diputaciones más en respuesta a su crecimiento poblacional. Sin embargo, el Congreso rechazó esa idea.
La negativa del Parlamento llevó a que los 25 legisladores santacruceños -22 diputados y tres senadores- se retiraran del Congreso en protesta y se replegaran a su región. Allí la senadora Helen Hayes, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), dijo que las desavenencias de los últimos meses entre Santa Cruz y el resto del país pasan por la independencia de esa región. “La solución ya no pasa por una autonomía, no pasa por un federalismo, el cambio pasa por buscar un proceso independentista”, dijo Hayes.
El dirigente cívico de las 15 provincias del interior del departamento de Santa Cruz, Andrés Molina, respaldó las afirmaciones de la legisladora y aseguró que esa región puede constituir su propio estado. “Esta nación tiene la capacidad para hacer país”, dijo, durante la reunión del Comité Cívico de Santa Cruz, en la que participaron los representantes sociales y los legisladores cruceños. En ese encuentro se evaluó convocar a un “cabildo abierto” para tratar el tema de la separación.
La demanda inicial de los legisladores santacruceños por aumentar el número de diputaciones en su departamento -a los que anoche se sumaron los congresistas de Cochabamba quienes dejaron la asamblea legislativa al no ser atendida la petición de un representante más de su región en la Cámara de Diputados- mantiene en jaque a los comicios del 4 de diciembre. Esto porque si no se llega a un acuerdo sobre la nueva distribución electoral del país, las elecciones no podrán realizarse. En septiembre el Tribunal Constitucional determinó que debía modificarse la ley de convocatoria a los comicios, haciendo una nueva distribución poblacional. Pero el tema sigue bloqueado en el Congreso.
La resolución de Tribunal señalaba que el Parlamento debía hacer una redistribución de las 130 diputaciones respetando la Constitución, que establece que los escaños se asignen según el censo de 2001 y con criterios de equidad. Esto obligaría a aumentar los diputados a Santa Cruz y reducirlos en el oeste boliviano, pero no hay claridad sobre esta redistribución. La bancada santacruceña exige cuatro diputados más y el gobierno propone dos.
Contra el tiempo
De no llegarse a acuerdo antes del viernes, las elecciones de diciembre deben postergarse, lo que implicaría una nueva crisis institucional ya que el Presidente interino Eduardo Rodríguez ha reiterado que su mandato concluye en enero y que regresaría a la Corte Suprema como lo establece la Constitución. De ser así, se produciría un vacío de poder, ya que Rodríguez asumió tras la dimisión del Presidente Carlos Mesa y luego que los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados renunciaran a su derecho de sucesión.
El dirigente cívico cruceño German Antelo sostuvo ayer que de producirse esa situación, Santa Cruz se daría “su propio gobierno”.
Desde mediados del año pasado, Santa Cruz inició una serie de movilizaciones exigiendo al entonces Presidente Carlos Mesa promover un sistema de autonomías. Sin embargo, hasta ahora nunca se había hablado abiertamente de “independencia”. Esa posibilidad es fuertemente criticada por representantes del oeste boliviano. El líder cocalero Evo Morales incluso llamó el año pasado al gobierno central a tomar severas medidas contra Santa Cruz. Una separación de ese departamento tendría graves efectos en la economía boliviana. Por sí sola, esa región aporta el 30% del PIB de Bolivia.
Ante la advertencia de Santa Cruz, el comandante de las FF.AA. de Bolivia, Carlos Delfín, aseguró que “van a cumplir lo que dice la Constitución” y que “el pueblo está cansado de la confrontación… que pueden derivar en hechos dolorosos y eso se debe evitar por sobre los intereses personales”, agregando que “la responsabilidad está fundamentalmente en la clase política”.
la tercera.
resurge la idea de la independencia, que piesan, es valido ono que la provincia mas rica del pais quiera dejar de pertenecer a bolivuia y enfrentar su destino cono nacuiion indpendiente, piensan que es en realidad factible esto.