El día de ayer un joven adicto al tuning murió por defender su automóvil de unos delincuentes. Todo se habría dado porque se resistió al asalto y el delincuente le dio un tiro en la cabeza.
Cuando uno ve estos hechos piensa dos cosas la primera es que tonta la manera de perder la vida, más de alguien diría, yo entrego el automóvil total lo material se recupera. Pero que lata sentirse tan vulnerado ante una situación y ver que como los delincuentes se creen amos y señores de las calles en este país, toman una pistola como si fuera un juguete y matan a quien se les cruzo por delante.
Es verdad frente a un arma de fuego nada se puede hacer, pero es imposible no planteárselo. O mejor aún preguntarse de quien es la culpa de la delincuencia que hay si del Gobierno por no poner más carabineros en las calles o de nosotros por mostrarle el miedo que les tenemos a los delincuentes.