[COLOR=Purple]“Trabajó 40 años como cuidador de caballlos y no se la pudo con este potro”, fue el comentario que hizo Fernando Goitía al saber que su hijo de 14 años se fugó de la casa del pastor evangélico Carlos Leiva, quien lo cuidaba por orden del Primer Juzgado de Menores de Viña del Mar, que le encargó su custodia temporal.
El joven C.G.B. es tristemente conocido porque cayó en dos ocasiones desde el departamento de su progenitor, a quien luego acusó de maltrato. Antes de vivir con el pastor pentecostal, el niño estaba en manos del micrero Raúl Ortega, quien lo acogió luego de encontrarlo vagando.
El muchacho, que había expresado su deseo de quedarse con la familia del chofer, no se acostumbró a vivir en la casa de su nuevo tutor y escapó el miércoles recién pasado. Ayer fue ubicado por funcionarios de Carabineros, quienes lo llevaron ayer ante el juez Gregorio Muñoz, quien lleva su causa.
Por orden del magistrado, el joven ingresó cerca del mediodía al Centro de Tránsito y Diagnóstico (CTD) de Playa Ancha, que depente del Servicio Nacional de Menores (Sename).
El pastor Leiva vive en una humilde casa en el sector de Forestal Alto y pertenece al equipo de cuidadores de la ONG María Acoge, con sede en Valparaíso. Durante 40 años trabajó como cuidador de caballos en el Sporting de Valparaíso, lugar al que todavía acude los días domingo.
Miguel Espinoza, jefe de la Unidad de Protección de Derechos del Sename de la Quinta Región, contó que el niño “no se adaptó al colocador que tenía y huyó de la casa. Sus fugas son entre comillas, porque él siempre se mueve en una red que es conocida por nosotros, entonces lo podemos contactar rápidamente”.
El abogado agregó que en el CDT de Playa Ancha no hay sistemas de restricción de libertad, por lo que “intentaremos mantenerlo en el centro bajo medidas de afecto y de convencimiento. Además, esperamos que se estabilice al volver a tomar los medicamentos que le recetaron en el Hospital Gustavo Fricke y que no ha tomado por estos problemas”.
[B]“Hizo samba y canuta”[/B]
Fernando Goitía contó que no ve personalmente a su hijo desde febrero pasado y hasta ayer desconocía su paradero. Incluso, aseguró que “el niño le habrá armado samba y canuta al Jorge Leiva, porque está desaparecido”.
El progenitor interpuso ayer un recurso de amparo contra el director regional del Sename, Álex Hernández, y contra el juez Fuentes, a quienes acusó porque “han sido irresponsables y han colocado a este niño en una situación de peligro muy grande”.
Según su padre, C.G.B. “tiene que estar en manos de profesionales, porque puede ser un peligro para la sociedad y para él mismo. Está sujeto a una manipulación de ventrílocuos que lo han hecho decir falsos testimonios y lo han corrompido con drogas. La razón por la que se escapó es que no quería la supervisión del padre, ni ser responsable, ni ir al colegio”.
Con una risa nerviosa, el micrero Raúl Ortega negó tener escondido al joven, como acusó el padre del menor. “Él está bien de salud, pero me dijeron que no dijera nada porque podía ser un daño para el niño”, se excusó. De todos modos, comentó que confía en que podrá volver a cuidarlo. “La justicia es la que no quiere que esté conmigo. Hay que pedirle a Dios”, dijo el chofer.[/COLOR]