¿Oxicodona o morfina contra el dolor?

Un Nuevo estudio sugiere que la oxicodona puede ser más eficaz que la morfina en el tratamiento del dolor visceral

SYDNEY, Australia, August 26/PRNewswire/ – Un nuevo estudio experimental en voluntarios sanos que sugiere que el uso de la oxicodona, un compuesto sintético opioides moderno ya establecido, puede ser mejor en el tratamiento del dolor visceral que la morfina, ha sido presentado hoy en el XI Congreso Mundial del Dolor de la IASP que se celebra en Sydney (Australia)(1).
Los resultados, que coinciden con la experiencia clínica, muestran por vez primera importantes diferencias entre la oxicodona y la morfina en el tratamiento del dolor visceral, lo que sugiere que el componente podría emplearse para tratar este tipo de dolor.
“El dolor visceral es uno de los síntomas más difíciles de tratar de la gastroenterología”, explicó Jens Arendt-Nielsen, del Departamento de Gastroenterología de la Aalborg University (Dinamarca). “Es la primera vez que en un estudio se han evaluado los analgésicos empleando un método multimodal en dolor en distintos tejidos, ofreciendo la oportunidad de evaluar el efecto distinto de los fármacos nuevos y existentes en tejidos específicos y en distintas modalidades de dolor”.
Para reunir los resultados del estudio, se aplicaron estímulos viscerales en el esófago de voluntarios sanos a través de una probeta integrada en un globo. Este dispositivo exclusivo ha sido empleado para aplicar dolor mecánico, calor y estímulos eléctricos del dolor. Para la estimulación de la piel y los músculos se han empleado electrodos, un algómetro de presión y un termómetro. 24 sujetos (12 mujeres y 12 hombres) participaron en este experimento doble ciego aleatorio. Tras un registro al inicio del dolor experimental, se administró aleatoriamente oxicodona (15mg), morfina (30mg) o placebo. La respuesta al dolor de los participantes fueron evaluadas en relación con los distintos estímulos del dolor, probados al inicio durante 30, 60 y 90 minutos.
Los resultados del estudio demostraron que ambos opioides tienen un efecto analgésico significativamente mayor que el placebo (todos los valores P <0.001). Lo más interesante es que los opioides fueron igual de eficaces en todos los tejidos excepto en las vísceras, en las que la oxicodona mostró una mayor eficacia (P<0.001).
El dolor visceral, clasificado como el dolor que afecta a los órganos “blandos” y tejidos del cuerpo, es una condición extremadamente común que puede llegar a ser francamente debilitadora. La mayoría de las personas que han experimentando este tipo de dolor, que puede variar de un malestar moderado (como el asociado a la indigestión o reflujo gastrointestinal moderado) a la más extrema agonía (cólico nefrítico, síndrome del colon irritable grave, etc.).
Para muchos pacientes, el dolor visceral forma parte de un complejo síndrome que incluye señales de dolor de numerosos órganos y tejidos, el dolor típicamente asociado al cáncer, haciendo que los pacientes lo encuentren difícil de identificar. Hay muchas formas de dolor visceral que están especialmente presentes en mujeres y que se asocian con el aparato reproductor (dolor menstrual, dolor laboral o dolor pélvico posmenopáusico). Tanto para las mujeres como para los hombres, el dolor de los órganos internos es la razón más común de las visitas ambulatorias al médico (2).
La morfina y sustancias similares (que pertenecen al tipo de fármacos ‘opioides’) a menudo se utilizan para tratar el dolor visceral, habiéndose reconocido previamente la morfina en la primera opción de tratamiento para tratar esta enfermedad. La oxicodona, disponible en numerosas formulaciones, incluyendo la administración controlada de los comprimidos OxyContin (comprimidos de administración prolongada de hidroclorido de oxicodona), tiene una larga historia en el tratamiento del dolor, habiendo tratado con eficacia a millones de pacientes con dolor moderado o severo.
A pesar del extendido uso de los opioides para tratar el dolor visceral, sus efectos son altamente variables, debido a distintos factores como las fluctuaciones diarias en el nivel de dolor, y factores psicológicos y sociales. Además, a menudo los pacientes encuentran dificultad en distinguir el dolor del resto de los síntomas que acompañan a una enfermedad particular.
Los experimentos previos en roedores han mostrado un efecto periférico de los agonistas de los opioides k en el dolor visceral (3). La hipótesis de este experimento era que la oxicodina, que muestra efecto en el receptor del opioides k, podría tener un efecto en el dolor visceral mejor que el de la morfina, que probablemente tiene un efecto menor en el receptor del opioide k.
“Los resultados de este estudio experimental muestra que existe una diferencia entre distintos tipos de opioides respecto a su eficacia en el tratamiento del dolor visceral, lo que coincide con las observaciones clínicas” explicó Asbjørn Drewes, del Aalborg Hospital (Dinamarca).

Referencias:

  1. Opioids in modulation of experimental pain in skin, muscles and viscera. C.Staahl et al. Poster presented at the 11th IASP World Congress of Pain, in Sydney Australia
  2. Visceral pain: gender differences in response to experimental and clinical pain. Arendt-Nielsen Eur J Pain 2004 8 5 465-472
  3. The intrinsic antinociceptive effects of oxycodone appear to be k-opioid receptor mediated. Ross et al Pain 1997 73 151-7

Source: www.paineuropenewswire.com