Un grupo de expertos del Wihelmina Children’s Hospital de Holanda decidió explorar el poder de la terapia conductual cognitiva ofrecida a través de Internet en pacientes con síndrome de fatiga crónica, un trastorno de origen desconocido que afecta a personas de todas las edades y grupos étnicos, pero a más mujeres que hombres, y que se suele tratar mediante la terapia mencionada.
La doctora Sanne Nijhof, autora principal de la investigación publicada en la revista The Lancet (Lancet. 2012 March 1, 2012 DOI: 10.1016/S0140-6736(12)60025-7) , explicó que se seleccionaron a 135 adolescentes. A 67 de ellos se los trató con la terapia convencional y el grupo restante siguió este tratamiento de manera virtual durante seis meses. La mejora fue notable.
El 85 por ciento ya no sufría fatiga grave y el 78 tenía una función motora normal, comparado con el 27 y el 20 por ciento, respectivamente, de aquellos que siguieron con la terapia presencial. El programa, llamado FITNET, también logró que el 75 por ciento de los pacientes asistiera al colegio, frente al 16 del grupo control. Además, los jóvenes que continuaron, o se cambiaron al tratamiento FITNET, reportaron un éxito similar a los 12 meses, lo que confirmó la eficacia intrínseca del programa.
Para los investigadores holandeses el tratamiento online posee ventajas generales “está disponible en cualquier momento; evita el cara a cara, el retraso en el tratamiento, los inconvenientes de la programación de citas, faltar a la escuela o al trabajo, o desplazarse hasta el consultorio del médico; y reduce el tiempo de tratamiento y los costos”.
Estudios como estos sugieren que intervenciones que cuentan con el apoyo de la herramienta web tienen el potencial para servir a una función vital en los esfuerzos de los proveedores de salud por mejorar las capacidades de autogestión de la creciente población de personas con enfermedades crónicas.
Actualmente, dispositivos inteligentes –como el IPhone, IPod Touch o IPad- cuentan con más de 10 mil aplicaciones informáticas centradas en la salud de las personas, las cuales van desde lo más simple, como una calculadora del índice de masa corporal, hasta cosas más complejas como telemonitorizar a enfermos sin ni siquiera estar en el hospital.
El uso de todas estas herramientas puede transformar al paciente en un ser activo y competente, seguro de sí mismo y capaz de autogestionar su enfermedad y posterior tratamiento. Con ello se alcanzaría un mayor compromiso y una mejor adhesión al tratamiento, lo que ayudaría a disminuir los costos para el sistema sanitario.
Fuente mundo médic@.