Podemos fiarnos de los evangelistas?

Mateo

Desde luego no se trata del primer evangelio, ya que una de sus fuentes fue la obra anterior de Marcos. Pero lo más importante es que tampoco pudo proceder de un discipulo directo de Jesús.
La tradición eclesiastica afirma que Mateo redactó su evangelio en hebreo, pero lo que conservamos no es una traducción de alguna de las dos lenguas semíticas que podian estar en uso en Palestina: el hebreo o el arameo. En su lugar, es probable que fuese redactado en griego, porque el material que el evangelista empela para su obra ya estaba en esa lengua. por lo tanto, si existió realmente , el evangelio escrito en hebreo tuvo que ser otro.
Sabemos que el autor no es discipulo de Jesús. No empleó recuerdos directos y personales de sus contactos con el Nazareno, sino que se inspiró en 2 obras que ya circulaban en griego entre algunos cristianos de su tiempo: El Evangelio de Marcos y otro escrito pocos años después de la muerte de Jesús, la llamda fuente Q, que contenía sobre todo sentencias y dichos suyos.
Podemos sospechar también que el autor de esta obra es muy posterior a la época de Jesús, por el hecho de que enrealidad se trata de una reflexión teológica sobre una Iglesia cristiana que está ya bastante estructurada, lo que nos remite a varias decenas de años después de la muerte del Nazareno. Además se opone a la tesis central de la teología de Pablo. Afirma que el cumplimiento de la ley de Moisés era obligatorio para los cristianos (5,17-20).
Resumiendo, desconocemos también la identidad del llamado mateo, pero estamos prácticamente seguros que no era un discipulo directo de Jesús. Lo más sensato es suponer que el llamado primer evnagleio se escribió también en una fecha posterior a la destrucción del Templo de Jerusalen (70 D.C) y cuando ya estaba en circulación el Evangelio de Marcos, una de sus fuentes de inspiración. Esto nos situa en los años 80, como poco. Y si queda excluido Mateo, el discipulo de Jesús cobrador de impuestos, no sabemos a quién atribuirselo. El autor de este primer evangelio es un perfecto desconocido.

Lucas

Respecto al autor del tercer evangelio y el Libro de los Hechos de Los apostoles, la opinión de la Iglesia antigua era unánime: fue Lucas, compañero de Pablo y médico de profesión. El primero en defender esta tesis fue Ireneo, un obispo de Lugdunum (Lyon), hacia el año 180. Pero hoy tampoco puede sostenerse esta autoría. El análisis de la doble obra pone de manifiesto tantos errores históricos sobre la vida de Pablo, que no pudo escribirla uno de sus acompañantes.
Lucas nos dice que este hizo un segundo viaje a Jerusalen antes del llamado Concilio de los Apostoles (Hechos 11,29), lo que contradice a la Epistola a los Gálatas 1, 17-2,1. y aunque el relato lucano del mismo concilio cuenta que Pedro y Santiago son quienes defienden que los paganos no tengan que cumplir toda la ley de Moisés (Hechos 15,7-21), en Gálatas 2,15 se dice lo contrario; es Pablo quién adopta esa postura y consigue que los demás apostoles la acepten. Tampoco el decreto apostólico de Hechos 15,23-29 coincide con Gálatas 2, 6-9; en el primero se dice que en Jerusalense decretó que los paganos convertidos debian cumplir una serie de normas rituales - evitar las influencias de los idolos, no consumir carne de animales ahogados ni sangre - mientras que en la carta de Pablo la única imposición fue recuadar dinero para los pobres entre los convertidos.
También hay que añadir notables diferencias entre la teología que Lucas atribuye a Pablo y su pensamiento. Un escritor que ignora las cartas paulinas y reserva el titulo de apostol sólo para los 12, negándoselo a Pablo - aunque este exigió esta dignidad -, no pudo ser un acompañante fiel.
En este caso ocurre lo mismo que con los otros evangelios: no sabemos quien los escribio, ni donde ni cuando. Por el tono de la teología - que supone un gran cambio en las tradiciones sobre Jesús y una reflexión seria sobre el retraso del fin del mundo y la venida de Cristo - debió ser hacia el año 90, posterior a la muerte del Nazareno

Juan

El evangelio de Juan constituye un autentico misterio. Es tan distinto de los otros tres y presneta una imagen de Jesús tan diferente, que se ha llegado a pensar que el evangelista está hablando de otro. El redactor final afirma qen un capitulo añadido (el 21) que el autor del escrito es el “discipulo amado” de Cristo. La tradición de la Iglesia dice que se trata de Juan, el hijo del Zebedeo y uno de los tres preferidos del Maestro. pero la crítica bíblica se resiste a ver en el al verdadero autor.
La autoría de Juan no encuentra ningún respaldo en el Evangelio propiamente dicho (capitulos 1-20:¡ en ellos ni siquiera se menciona a los hijos del Zebedeo!), donde es cierto que se habla varias veces del “discipulo amado”, pero no como autor del Evangelio. Ni siquiera se deduce claramente en el apéndice (capitulo 21) la identificación del “discipulo amado” con el hijo del Zebedeo.
Aunque aceptaramos esta autoría sobre el cuarto evangelio, en realidad no conoceriamos al personaje. Sus caracteristícas no cuadran con ninguno de los Juanes del Nuevo Testamento, y en toda la historia del cristianismo primitivo no hallamos ninguna otra persona con la que encajen estos rasgos, en particular su relación especial con Pedro.
La teología del cuarto evangelio es el producto de una lenta evolución ideológica dentro de la Iglesia cristiana del siglo I. No se puede atribuir a ningún personaje de los primeros momentos del cristianismo, cuando este aún no se habia separado claramente del judaísmo. la manera de concebir a Jesús, propia de este evangelio - como enviado de Dios, unido al Padre y mensajero de la Palabra Divina-, no se encuentra en los otros evangelistas. La crítica bíblica opina que esta teología no pudo proceder de la pluma de un discipulo directo de Jesús, sino de alguien de finales del siglo I; es decir , unos 60 ó 70 años después de la muerte de Cristo.
Existen indicios muy seguros - a partir de un analisis de Marcos 10, 35-40 - para pensar que Juan, el hijo del Zebedeo, sufrió martirio en una época muy temprana, hacia el año 44, durante el reinado de Herodes Agripa. Parece imposible, pues, que haya sido este personaje del cristianismo más temprano el misterioso autor del cuarto evangelio
También se ha especuladocon diversas noticias de escritores antiguos que hablan de un “cierto anciano Juan” que vivía en Éfeso, en Asia Menor. Este pudo ser el verdadero autor, que más tarde fué confundido con el hijo del Zebedeo. Pero aunque esto fuera así, ¿ quién era realmente este Juan? No sabemos casi nada de el.
La conclusión se impone: ni siquiera sobre el último de los evangelios canónicos podemos deicr que sepamos quién, cúando y dónde se escribió. La tradición sitúa su origen en Éfeso o en alguna otra ciudad cercana de Asia Menor, pero tampoco sabemos si esa tradición tiene una base segura. Por el conjunto de su sistema teológico sospechamos que el cuarto evangelio debió de redactarse muy tardíamente, hacia finales del siglo I o principios del II, pero nada más

final del reportaje

Llegamos así a una conclusión sorprendente para muchos: cuando nos preguntamos quién escribió realmente los cuatro Evangelios canónicos, debemos confesar que no tenemos ninguna respuesta satisfactoria. Lo que sí sabemos es que la lista de autores que nos ha transmitido la tradición es incorrecta y no puede sostenerse. No es posible ya atenerse sin más a lo que dijeron los antiguos. Hacerlo seria aferrarse a falsas certezas. Es más logico construir una teología a partir de la aceptación de que los primeros testimonios sobre Jesús de Nazaret son en realidad anónimos, aunque se escribieron, sin duda, en el siglo I de nuestra era

Antonio Piñero
Catedrático de Filología Neotestamentaria
Universidad Complutense de Madrid

mis disculpas por lo extenso, pero el reportaje no estaba en la red por ser de hace 10 años. Me gustaria saber sus opiniones sobre la informaciòn que aparece en el.