Cuando el coche en el que vas subido frena de golpe, sientes como si te vieras lanzado contra el frontal del vehículo. ¿Qué misteriosa fuerza te atrapa y te arroja hacia la parte delantera del coche? Ninguna en absoluto.
Para ralentizar el coche, la fuerza de frenada actúa tirando del vehículo hacia atrás, lo cual da como resultado una aceleración negativa, o deceleración. Con suerte, el cinturón de seguridad y la fricción del asiento harán que tu te ralentices al mismo tiempo.
Desde el interior del marco de referencia de la deceleración del coche, tus sentidos no son capaces de distinguir entre la deceleración del coche y tu aceleración. La información que se recibe es ambigua porque tu y el coche estáis ejerciendo fuerzas iguales pero opuestas el uno contra el otro.
Los científicos inventaron el término “fuerza ficticia” para explicar la causa que hace que sientas que te ves lanzado hacia delante, cuando realmente estás siendo arrastrado hacia atrás. Así mismo, cuando el semáforo se pone en verde y el coche acelera, sientes que algo te presiona hacia atrás en el asiento. En realidad, el asiento está arrojándote hacia delante para que aceleres junto al vehículo. Como en el caso anterior, tu inercia se resiste a ser acelerada y tira de ti hacia atrás en el asiento en la dirección contraria. Tus sentidos, que esperan circunstancias que no impliquen una aceleración, se ven confundidos acerca de las fuerzas, y las malinterpretan.
Como en todos los casos que incluyen fuerza y aceleración, existe un par de fuerzas iguales pero opuestas actuando. En este caso, el asiento del coche ejerce una fuerza hacia delante sobre ti, mientras que tu ejerces una fuerza igual pero opuesta (hacia atrás) sobre el asiento. ¿Entiendes ahora que nos confundamos con la fuerza centrífuga?
Cuando nos vemos apretados contra la puerta en una curva, experimentamos un par de fuerzas similar, ya que la puerta te empuja hacia adentro mientras dure la curva. Desde el marco de regencia general del exterior del coche, queda claro que existe un par de fuerzas iguales pero opuestas actuando entre el pasajero y el coche. Sin embargo, desde el marco de referencia específica del interior del vehículo, la fuerza centrífuga existe como fuerza ficticia que parece intentar arrojarnos fuera del coche, a medida que la puerta nos empuja hacia dentro para contrarrestar la tendencia inercial a seguir moviéndose en línea recta a una velocidad constante.
Cuando nuestro estado de movimiento cambia, nuestros sentidos confunden la relación entre las fuerzas y la inercia. Como resultado, sentimos fueras actuando sobre nosotros en la dirección opuesta a las fuerzas reales que nos hacen acelerar. Esto sucede porque nuestra percepción sobre las fuerzas y el movimiento evolucionaron en un marco de referencia no sometido a aceleración, y también porque siempre hay, al menos, dos objetos involucrados que ejercen fuerzas de igual intensidad pero de sentido opuesto actuando el uno contra el otro.
Richard Brill es profesor asistente de ciencia en la Escuela Universitaria Community College de Honolulu.
Traducido de Why do some scientists claim that centrifugal force is “fictitious”?
(fuente: www.maikelnai.es)