La viscosa saliva contiene enzimas digestivas que ayudan a los cánidos ( y a los humanos) a digerir su comida. La saliva también humedece la garganta para que los alimentos resbalen correctamente hacia el estómago. Pero todo eso sucede en el interior del cuerpo, así que ¿qué sentido tiene ese derroche “externo” de saliva que muestran algunos chuchos?.
Por un mero hecho de biomecánica, el babeo se da cuando hay un derrame de saliva.
Algunos perros, como los bulldogs y los mastines, tienen el hocico tan corto que encuentran problemas para contener su saliva, por lo que el exceso va derramándose constantemente. Los perros con pliegues cutáneos alrededor de la boca, como los sanbernardos o los sabuesos, también son grandes babeadores.
Traducido de Why Do Dogs Drool?
(fuente: www.maikelnai.es)