[QUOTE=Luminara]Mmm… En realidad depende (ja, la frase favorita de los psicólogos)
En mi universidad está contemplada en segundo año una práctica pequeña (10 horas, la nada) en una institución determinada. No se espera en ningún momento que hagas una intervención hecha y derecha, sino que la idea es acudir a los recursos personales de cada quien, en un primer contacto con un grupo objetivo, y desarrolles un proyecto de trabajo. Por ejemplo, yo hice mi práctica en el Hogar de Cristo, con adultos mayores, y con mi compañero dedesarrollamos un taller de gimnasia diseñada para los requerimientos de la edad. No se trata en este caso de irresponsabilidad, nadie está vendiendo ninguna pomada psicológica; al contrario, es un aporte a la comunidad y un elemento fundamental en nuestra formación (al menos en la mía)
Ahora bien, este es un caso particular. Desconozco cómo será la realidad de otras carreras, pero concuerdo en que evidentemente pretender hacer intervención propiamente tal en los primeros años no tiene pies ni cabeza…[/QUOTE]
Estoy casi de acuerdo. Parto de la premisa que el rol de experto no le compete al psicólogo. Creo q no es una profesión técnica sino más bien un arte. A medida que avanzo en la carrera más me convenzo que la psicología (como actividad escindida del resto de las acciones del ser humano común y corriente) ayuda a perpetuar al enajenación del sujeto moderno.
A lo q me refiero es que la tribuna de poder que se nos otorga gratuitamente a nivel social ayuda a que el ser humano no se haga cargo de sus vivencias y afectos. Nos pone en el nivel del gran curador. En este escenario es totalmente contraproducente un psicólogo inexperto (= q no haya pasado por una instrucción universitaria). Sin embargo en una situación ideal, la psicología debiese ser inherente al ser humano por lo que la práctica se daría cotidianamente.
Para que conoscan la tribuna de donde les hablo, me sitúo como anarquista epistemólogico. No creo en la ciencia moderna ni en el Discurso del Método. Pero contextualizando, creo que no debiese haber práctica si ni siquieras nos reconocemos como sujetos alienados.