Jóvenes con vocación en el ámbito de la salud, espíritu de servicio a la comunidad, capacidad de trabajo en equipo, creativos y minuciosos, encontrarán en Tecnología Médica una carrera que les permitirá integrarse al equipo de salud, aportando las competencias tecnológicas acordes a los requerimientos del siglo XXI.
Un rol fundamental en la prevención y mantención de la salud de la población cumplen los profesionales del ámbito de la Tecnología Médica. Gracias a sus conocimientos, hoy, los diagnósticos por procedimientos, de diversas enfermedades y patologías emergentes, son más acertados y confiables. Los estudiantes de esta carrera adquieren competencias que tienen relación directa con la prevención, aporte en el diagnóstico y seguimiento de pacientes comprometidos con distintas patologías. Además, pueden participar en docencia, investigación o cumpliendo roles en administración y gerencia de los servicios de tecnología médica en el país, centros de salud, hospitales e instituciones especializadas, como clínicas, centros médicos y otros.
Estos profesionales de la salud tienen un amplio campo laboral, integrado por hospitales públicos y privados, clínicas, centros de diagnóstico, bancos de sangre, laboratorios de bioquímica, hematología, microbiología, parasitología, inmunología y genética. También pueden desempeñarse en servicios de radiología, scanner, resonancia magnética nuclear, medicina nuclear, radioterapia, servicios de oftalmología, otorrinolaringología y anatomía patológica, entre otros.
Gracias a los avances tecnológicos de las últimas décadas, el ámbito de acción de los tecnólogos médicos se ha ampliado enormemente, por lo que hoy estos profesionales pueden optar por trabajar en –al menos- cinco especialidades: Bioanálisis Clínico, Hematología y Banco Sangre; Oftalmología; Imagenología y Física Médica; Morfofisiopatología y Citodiagnóstico y Otorrinolaringología.