El empresario estadounidense Douglas Tompkins está decidido a que la actividad salmonera no intervenga una de las zonas más ricas del sur del país en cuanto a flora y fauna marina: las costas del Parque Pumalín, situado en la X Región y declarado Santuario de la Naturaleza la semana pasada por el gobierno.
Para ello ha enviado a científicos al lugar con el fin de apoyar la investigación en las costas de dicho sector. Una de las entidades que realiza estudios en la zona es la Fundación Huinay, de Endesa, que posee un predio aledaño al santuario y, aunque no hay un acuerdo formal con la organización, se han unido en las actividades de protección.
Algunas organizaciones ambientalistas estiman que Tompkins formará su propio equipo de investigación marina el próximo año. En 2003 un estudio realizado por la Universidad Austral y entidades extranjeras en el fiordo de Reñihue reveló un grave deterioro en el fondo marino debido a la presencia de empresas salmoneras.
Pero el trabajo del empresario para impedir un deterioro de las costas debido a esa actividad no es nuevo. Hace una década colaboró con una firma emplazada en la costa de Pumalín para el cultivo de salmón orgánico, es decir, libre de compuestos químicos. Pero la industria cambió de dueños y, en junio de este año, anunciaron que dicho proyecto se terminaba.
El presidente de la Fundación Pumalín, Carlos Cuevas, asegura que “no estamos en campaña para sacar a la industria salmonera de la X Región, pero queremos que esa actividad no desvalorice nuestro proyecto. Buscamos que no se destruya el fondo marino con esta actividad. Creemos, por ejemplo, que hay que conservar a los lobos marinos, porque son un potencial turístico, pero las salmoneras lo ven como un problema que hay que controlar. Existen usos incompatibles en el mismo espacio”.
Añade que esa industria “debe validarse en mercados internacionales, tener una buena relación con los vecinos, con las organizaciones no gubernamentales y con los pescadores, de lo contrario les puede pasar lo que sucedió con Celulosa Arauco en Valdivia”.
De hecho, pretenden que la Bahía Tic Toc, en la misma zona, tenga la categoría de parque marino para que esté dedicada a la conservación, iniciativa que se podría extender hacia otros sectores aledaños.
Durante 2004 la industria salmonera tuvo ganancias por US$ 1.439 millones y se trata del cuarto sector exportador más importante del país. Además del trabajo en la X Región, el rubro planea expandirse en 2010 hacia la XI Región, según cifras de la Asociación de Productores Salmoneros.
El gerente general del organismo, Rodrigo Infante, declinó referirse a las críticas hacia la industria emplazada en la zona de Tompkins. Aseguró que se han reunido con organizaciones ambientalistas “para conocernos mejor, conversar cómo se desarrollan la actividades y aclarar los mitos que existen respecto de lo que es la industria. A la vez queremos comprender las iniciativas de las organizaciones ambientalistas”.
Ecosistema
La geografía costera de Pumalín es particular: está formada por fiordos o entradas de mar hacia el continente. Estas áreas están rodeadas por montañas y allí convergen las aguas de ríos y lagos, lo que favorece la presencia de una rica biodiversidad.
El biólogo marino Francisco Viddi, quien ha trabajado en la zona, explica que allí existe una flora y fauna particular: hay cinco tipos de cetáceos, como el delfín chileno, austral, nariz de botella, marsopas espinosas y se han descubierto nuevas especies de corales. Agrega que “el fiordo Reñihue, lamentablemente, está impactado y algunos plantean que debiera ser declararado como una zona de restauración”.
Relata que existe una incompatibilidad de actividades de conservación y la salmonicultura: el problema son los residuos orgánicos -como fecas de estos peces y los pellets que comen- que se depositan en el fondo marino como un sedimento tóxico.
que opinion les merece esta situacion.
la tercerilla es la fuente