“Irregularidad
Señor Director:
Junto con saludarlo, quisiera denunciar un hecho que me parece se debe corregir. Más allá de los involucrados, creo que lo trascendente aquí, es el caso en sí, y por ello me atrevo a hacerlo público.
Hace unas tres semanas, a mi marido le cursaron un parte por estar mal estacionado. Aunque en rigor sólo estaba detenido transitoriamente en un lugar indebido, con las luces de estacionamiento encendidas. Pues bien, el carabinero cursó la infracción y nos citó al tribunal.
Llegó el día de la citación y mi marido se presentó en el Juzgado de Policía Local a las 9.50 horas, en circunstancias que estaba citado para las 10 horas. Sacó su número y esperó su turno.
Fue atendido a las 10.05 horas por una de las dependientes del lugar, quien le dijo que a esa hora ya no lo iba atender el juez, porque “había llegado atrasado”, cuando en realidad llegó a la hora, pero no fue atendido a tiempo.
Ante la insistencia de poder entrevistarse con el juez, para explicar lo sucedido con la infracción (además que fue citado para ello), la señorita en cuestión le dijo que debía apelar por escrito.
Lo curioso, es que le entregó una “carta tipo”, en la que se pedía rebaja de la sanción, sin espacio para explicar motivo alguno para ello. Ante tan insólita situación, mi marido tomó la carta, fundamentó los motivos por los cuales apelaba a la sanción y por los que deseaba entrevistarse con el juez, para discutir la falta, más allá de la rebaja que “ofrecían”.
Tras lo cual, le pidieron que vuelva en una hora y media más, momento en el cual, el juez ya habría resuelto respecto de la apelación. Cuestión que ocurrió y efectivamente incluía una rebaja, pero no se especificaba por qué motivo.
Señor Director, después de lo ocurrido, me da la sensación que el juez no recibe a nadie por este tipo de partes; me da la impresión también, que a todos se les rebaja la multa, más allá de las causas que se puedan esgrimir, lo que discrimina malamente entre quienes pudiesen llegar a tener motivos más justificados que otros para incurrir en una falta; y por último, si establecemos que nadie tiene justificación alguna para cometer una falta de este tipo, y por ende, menos a rebajar su sanción, ¿por qué existen “cartas tipo” para solicitar rebajas sin motivo alguno? Acaso, aquello no es un gasto innecesario y una burocracia que el ciudadano que está dispuesto a asumir sus culpas, no pide. Y para concluir, ¿no es el propio juzgado que lo cita a uno para entrevistarse con el juez?”
Original de esta carta disponible aqui