Vida de un cientifico

¿Cómo es un día típico de un científico?

R: Depende de qué edad tiene, en qué etapa de su carrera está. Hablemos de alguien que esté estudiando un postdoctorado. Lo típico ahí es la investigación. Usas tu día en hacer experimentos, analizar los resultados, leer la literatura y escribir los trabajos.

Después que terminas tu postdoctorado, tienes unos años en que todavía tienes tiempo de seguir trabajando. Pero después llega la responsabilidad de la docencia, eres profesor asistente, te haces cargo de pregrado, después de postgrado, y tienes que empezar a dirigir tesis. Y para dirigir tesis tienes que entrar de lleno en la competencia por proyectos y fondos para financiar el laboratorio.

Si trabajas con un grupo de alumnos puedes tener tu línea de investigación. Normalmente llega un tesista y le dices “en general, las líneas de investigación del laboratorio son éstas, y hay todo este abanico de posibilidades y si algo te interesa puedes hacer tu tesis aquí”. El alumno estudia la bibliografía que le entregaste y decide qué le interesa o busca en otro lado.

           ¿Es necesario tener postdoctorados para ser científicos?

R: En las generaciones anteriores hay mucha gente que no hizo doctorados pero hizo postdoctorados. La gente que los dirigió en Chile tenía una formación tan completa, que prácticamente hicieron el equivalente. Les ha ido estupendo, pero estoy hablando de gente que tiene más de 60 años.

En este momento, sí es necesario hacer un doctorado. Y es mucho mejor hacer un postdoctorado. Es como si te hubieran enseñado a manejar, y después practicas en una carretera

             ¿Cómo es la relación entre alumno y profesor que trabajan juntos?

R: Siempre vamos a estar rodeados de gente de 20, 30 años que van pasando. Lo encuentro fantástico. Además como tengo hijos de todas las edades, siempre me he mantenido actualizada en sus lenguajes, etc., tengo sensibilidad en los temas de jóvenes y he encontrado una disposición natural en los monitores que acompañan a los académicos. Se da una relación bastante estrecha.

Es muy gratificante la relación que tenemos con los jóvenes. Representamos figuras que los ponen en constante búsqueda de su propio desarrollo intelectual. Ese es el nuestro papel. Lo que vemos, y es muy gratificante, es cuando uno de nuestros estudiantes habla de su proyecto, cómo presenta su experimento, es un mundo de diferencia con la persona que hemos recibido 2 ó 3 años antes cuando recién llegó. Es algo muy lindo el ir haciendo que otro ser humano se desarrolle. Aprende porque está en un ambiente donde hay mucha creatividad y rigor. Demostrar lo que está diciendo con hechos, no es cualquier cosa, y después defenderlo. Es un mundo muy crítico. Hay gente que le cuesta entender eso.

A una de las chicas que trabajaba conmigo, que era bien joven, le invité a un seminario de la Facultad de Ciencias. Ella empezó a presentar su trabajo y una profesora le empezó a preguntar. Ella se empezó a poner cada vez más nerviosa y al final casi no podía ni contestar. Cuando terminó, dijo “qué horror, mira cómo me trató”. “No, le dije, entendiste todo mal. Ella genuinamente te preguntó porque no entendía, no es nada personal”.

Nosotros tenemos que decirles que “si tú no entiendes algo no te puedes quedar callado”. Y eso cuesta enseñárselo a los alumnos. No hay pregunta tonta, lo que sí es tonto es quedarse callado y no preguntar. Pero les cuesta, hay mucho de ego.

El año 1988 estaba en una reunión internacional en Reñaca. Vino gente de todo el mundo. Resulta que estaba ahí una italiana, Clara Francis Armstrong, y le digo “¿te has dado cuenta que los únicos que preguntan son los hombres?”. “Sí, me dijo, qué rabia me da”. “Hagamos algo”, le dije. Citamos a todas las chicas a la pieza y les preguntamos qué les pasaba, por qué no preguntaban. “Nos da vergüenza”, nos dijeron. “Ustedes también deben preguntar”, les decíamos. Al día siguiente hicieron muchas preguntas.

Aquí en Chile existe una dualidad horrible en las mujeres. O eres femenina, o eres inteligente. Si eres inteligente puedes hacer preguntas, razonas en forma lógica, pero si haces eso no eres femenina y dejas de ser atractiva. Los hombres dicen que no es verdad, pero es así. Es bien extraño.

Leí un artículo que decía que para las mujeres las únicas posibilidades de ejercer liderazgo era ejercerlo distinto a los hombres. Hablaba que se había perdido la posibilidad de tener mujeres en la dirección, la gestión, porque habían copiado los modelos masculinos. Por eso partí diciendo que me sentía incómoda con esto de modelo porque yo tuve un entrenamiento para ser hombre. Sin embargo, si tú hablas con gente de mi entorno, no te van a decir que tengo un estilo masculino.

                 ¿Qué es lo que más le estimula de su trabajo?

R: Tomar a estos jóvenes y que después de un tiempo de pasar por este lugar se hayan transformado en científicos parados en sus propios pies, con su individualidad, con su capacidad independiente, autónoma, de seguir haciendo investigación. Eso es muy bonito. Es una gran satisfacción verlo.

Otra cosa que me estimula, y que es de lo más fascinante, es cuando de repente estás analizando resultados, haciendo un trabajo y te dices “esto ¿será así?, ¿No será que este fenómeno es la causa de este otro que está por acá?”. Y no hay nada escrito acerca de eso en la literatura. Esas son las investigaciones que salen de la creatividad.

Muchas veces me ha pasado que me pregunto cómo, de los cinco caminos a elegir en un proyecto, uno sabe que hay que ir por éste. A veces me dicen “no, por ahí no va”, y resulta que por ahí iba. Es completamente pensamiento mágico, o seguramente hay una lógica pero se me escapa, no la veo

                              Imagen de los científicos

R: Así como son descritos en el cine, en la tele, son como locos, caricaturescos. Hay una cosa que pocos saben, y es que la mayoría de los científicos somos personas que debemos tener grandes habilidades sociales porque trabajamos en grupos grandes. Esa imagen del científico solo no sirve para nada. Uno trabaja con sus ayudantes técnicos. Además trabajamos con autoridades nacionales y después, a nivel internacional. Tenemos que desarrollar las habilidades para comunicarnos con gente de culturas muy distintas.

La primera vez que nos juntamos todos en mi equipo, y me tocó hablar, ahí recién me di cuenta que este era un equipo muy grande. Eran 108 personas sentadas en la sala. Y yo soy la que tiene que hacer que todas esas cosas funcionen en forma armónica.

                                 Entusiasmo

R: En Estados Unidos tenía un ayudante técnico. Era bueno en el laboratorio, pero era absolutamente técnico. Un día me trajo unos resultados, yo los miré y me emocioné. Y él dijo “qué raro que después de todos estos años esto todavía le cause emoción”. “El día que eso no me pase, le dije, me voy para mi casa”.

Los buenos científicos, los que se ganan los proyectos y los premios, son los que están enamorados de su trabajo

Cecilia Hidalgo Tapia,ganadora del Premio Nacional de Ciencias Naturales 2006. Directora del Centro FONDAP de Estudios Moleculares de la Célula, de la Facultad de Medicina, de la Universidad de Chile, es además profesora titular del Instituto de Ciencias Biomédicas de la misma casa de estudios.

Notable!
Testimonios así son los que estimulan a trabajar en ciencia =D

estoy muy deacuerdo con Roxanita… notable!!!

Emocionante, me encantó el texto.
Genial!!!

muy bueno el relato…la vida de la ciencia es tan apasionante y misteriosa que requiere un grado de compromiso notable…como también uan responsabilidad muy grande, ya uqe, la ciencia hoy en dia es multidisciplinaria lo que conlleva a relacionarse no solo con gente del sector o area geografica, sino con gente del continente y que vive en realidades muy diferentes, pero que comparten un quehacer en común…

eso es lo q nos motiva a ser cientificos, tener esos ejemplos cercanos

un medico tambien puede ser cientifico…una cosa no quita a la otra…

Espectacular… =)

Respuesta: vida de un cientifico

Concuerdo 100% en que se requiere amor por lo que uno hace y creo que ese es el motor de todo.
Tiro un par de preguntas al aire que últimamente me han rondado mucho en la cabeza y me gustaría compartir.
Que puntos importantes debe que tener el ámbito de trabajo de un científico para que el día a día resulte motivador?
Es posible articular la ciencia con actividades más ligadas a la sociedad? Porque los científicos suelen estár mal pagos a nivel mundial? Es que no se valora lo que hacemos? Como podría cambiarse esa situación?
Después de varios años de ciencia, que les gustaría ver en el maletín de logros alcanzados?