Ya hemos comentado lo reprochable que fue la “broma” de los seudos periodistas que ahora tendrán que enfrentar una demanda por su irresponsabilidad.
Sin embargo, si sumamos esto a otros hechos acontecidos este año… considerados como “graciosos” por algunos y “brutales” por otros, me pregunto entonces dónde está la separación entre sentido del humor y la falta de criterio o irresponsabilidad frente a los propios actos.
Si echamos un vistazo a todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor;
partiendo por el nivel de violencia y vejaciones a los que son sometidos algunos niños en el colegio por compañeros que catalogan de “bromas” actos que son humillantes y pueden dañar psicológica y emocionalmente de por vida a otro niño…
…pasando también por la “divertida” ocurrencia de los alumnos de Ingeniería de la Universidad de Antofagasta, que en el ritual de mechoneo mataron brutalmente a un gatito ahorcándolo en un pozo, luego le pusieron un cigarro en el hocico para finalmente colgarle un cartel que decía “el gato es de peluche, pase por aquí”…
y terminando como “botón de muestra” con la bromita de los tipos del programa radial…
En lo personal siento y creo que cuando se llega a causar daño a otra persona, institución o estado, y eso se tilda de “broma”, el límite del respeto y el humor se está distorcionado en nuestra sociedad… y lo que algunos podrían tildar de gracioso, cae en el sadismo.
Sin querer ser extremista… me parece que esto es seña que nuestra sociedad está enferma.