Seúl.- Corea del Norte dio a entender el miércoles que podría aplazar el presunto lanzamiento de un misil cuya inminencia teme Occidente a cambio de discusiones con Estados Unidos, mientras Corea del Sur amenazaba con suspender su ayuda alimentaria si los norcoreanos mantenían ese proyecto.
“Estados Unidos comunicó su inquietud acerca de nuestro tiro de prueba de un misil. Nuestra posición es la siguiente: “Muy bien, de acuerdo, hablemos”, declaró Han Song-Ryol, vice representante de Corea del Norte ante la ONU, citado por la agencia surcoreana Yonhap.
Sin embargo, el diplomático norcoreano recalcó el derecho inalienable de su país a desarrollar, desplegar y realizar tiros de prueba.
En 1999, el líder norcoreano Kim Jong-Il decretó una moratoria misilística que conllevó la disminución de las sanciones impuestas por Estados Unidos al régimen comunista de Pyongyang, incluido por Washington desde enero de 2002 entre los países del llamado “eje del mal”, junto con Irán.
En 1998, Corea del Norte desencadenó una crisis internacional al lanzar un misil de largo alcance, el “Taepodong-1” (con capacidad para alcanzar un blanco a 2,000 km) que sobrevoló Japón antes de hundirse en el Océano Pacífico.
Estados Unidos, Japón y Corea del Sur sospechan que Pyongyang prepara el tiro de un “Taepodong-2” con un alcance de 6,700 km, suficiente para hacer blanco en las islas Hawai.
Desde hace varios días se especula con un inminente lanzamiento de un misil intercontinental norcoreano, lo que fue definido por la secretaria Estado norteamericana, Condoleezza Rice, como “un asunto muy grave y una provocación”.
En señal del aumento de tensión, Corea del Sur anunció este miércoles una posible suspensión -y hasta el cese total- de la ayuda alimentaria que da a su vecina del Norte, con la que hace seis años empezó un proceso de acercamiento.
“Si Corea del Norte lanza un misil, eso tendrá un impacto sobre nuestros suministros de arroz y fertilizantes”, declaró Yang Chang-Seok, portavoz del ministerio encargado de las relaciones con el régimen norcoreano.
En el marco del acercamiento intercoreano, Seúl se comprometió a abastecer a Pyongyang de arroz y grano. En 2005 envió 350,000 toneladas de fertilizantes y 500.000 toneladas de arroz.
Asimismo, el ex presidente surcoreano Kim Dae-Jung -artífice del acercamiento con el Norte después de una cumbre histórica de 2000- anuló la visita de cuatro días que tenía previsto realizar a Pyongyang.
“Pensamos que no es el momento adecuado”, señaló Jeong Se-Hyun, ex ministro surcoreano de la Unificación y presunto acompañante de Kim.
Los cancilleres de Japón y Corea del Sur acordaron el martes cooperar para impedir al régimen estalinista norcoreano el controvertido lanzamiento misilístico.
Estados Unidos no confirmó oficialmente las noticias de prensa sobre la “inminencia” de un lanzamiento por falta de “informaciones totalmente concluyentes”.
Sin embargo, el diario Washington Times precisó que el sistema estadounidense de misiles antimisiles terrestres pasó de un nivel experimental a uno operacional en las últimas dos semanas.
La nueva crisis coincide con la paralización, desde noviembre de 2003, de las conversaciones multilaterales para intentar convencer a Corea del Norte de abandonar su programa de armas nucleares.
Tras aceptar en septiembre de 2005 el principio del desmantelamiento de su arsenal, Coera del Norte planteó la exigencia del levantamiento de las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos a varias empresas norcoreanas, acusadas de blanqueo de dinero.
Algunos analistas afirman que Corea del Norte mantiene el temor a un disparo de ensayo de un misil balístico para atraer la atención estadounidense y negociar en posición de fuerza.