Femicidio

[quote=“h_escobar, post: 411314”]como sabes eso? para afirmarlo.[/QUOTE]

leyo el resumen de mi idea?
con eso basta
si quieres “…” con el tema… eemm… hagalo solito :lips2:

yo tengo cosas más importantes que hacer como estudiar para mi examen de grado :book::toff:

:laugh2:

es que porque abusar de una mujer debe ser mas castigado que abusar de un hombre!
se debiese castigar el abuso en general…

no me párece que el genero debiese variar la condena de un abusador asesino etc

acaso para eso no están los agravantes y esas cosas…

Yo creo que la violencia contra un niño es lo peor (hombre o mujer)
El femicidio va más por penalizar el abuso de poder de uno sobre el otro… homicidio puede ser contra cualquiera… pero cuando una persona abusa de alguna forma y termina matándolo por esa enfermedad por poder es lo que preocupa y por lo que se producen los femicidios y la violencia contra los hijos también…
La necesidad de sentir que “yo mando aquí” es lo que lleva a l homrbe a pegarle a su mujer cuando intenta ponerlo en su lugar o cuando protesta por algo y no tiene la costumbre de hacerlo… lo mismo con los niños… la mamá le saca la cresta al cabro chico cuando se subleva (A quién no le llegó su cachuchazo por pataletas o alegatos?)
Una cachetada piola tal vez esté bien… cuando es mucha la falta de respeto y hay que poner las cosas en orden, pero los abusos son los condenables.
Si el hombre es maltratado y vejado por su mujer es exactamente igual de condenable, pero no es tan común como el femicidio o parricidio.

No sé si aumentar la pena sea la solución, sino que aumentar las medidas de precaución con la primera denuncia a tribunales de familia… encuentro ridículo un comparendo para 3meses más si me están golpeando AHORA… pero los tribunales tampoco dan abasto entonces ahí es donde hay que ver qué coño se hace…
No sé, es mi opinión.

emmm…siempre ha existido el femicidio…lo que pasa es que antes se tipificaba como crimen pasional…ahora con todo este boom del tema de genero, se esta dando mas credito a este tipo de crimenes, pero estos siempre han existido y me atreveria a decir que antes eran mas frecuentes que hoy. Ahora hay mas tribuna para demostrar los casos gracias a los medios de comunicacion, y al morbo que provoca los casos de las mujeres asesinadas, pero no se muy bien cuales pueden ser las ventajas de esto. Me parace que sin quererlo las mujeres que estan viviendo la VIF viven mas atemorizadas justamente debido a esto, porque no saben con certeza si ellas serán las proximas victimas…de esta manera los abusadores se aprovechan y las amenazan con que ellas serán las siguientes y la numero xx y esto es avalado aun mas con los resultados de las investigaciones y las penas que reciben los asesinos…
Esta bien querer denotar una realidad, pero hasta cuanto eso no produce un efecto boomerang en las propias mujeres agredidas?

yo opino lo mismo que matinelli en ese sentido, mucha publicidad hace que la violencia y el abuso aumente…

laper el asunto es mas profundo…

que sacas con establecer una medida cautelar si no es posible velar porque se cumpla?

en otras palabras, ahora la audencia de VIF se demora x tiempo, pero si la mujer denuncia hoy, mañana le orden a la pareja que no se puede acercar a x metros de la victima, como Carabineros va a hacer cumplir la orden? si lamentablemnete los medios son escasos (tecnologicos y humanos). esta situacion me toco vivirla en un campamento de Talca, y la mujer estaba aterrada, porque carabineros se daba una ronda y ahi llegaba la pareja, le sacaba la cresta , la amenazaba de muerte y se iba, ella volvia a llamar a carabineros, estos llegaban de inmediato, pero el daño ya habia sido ocasionado.

y a parte aquellos casos en los que una se saca la cresta por la señora
mueve mar y tierra (redes sociales) por ayudarla
y resulta que al final cuando la llama la as. social
la doña dice "noooo… toi bieeen tía… me pidio perdon"
y vuelve con el que le dejó la cara como membrillo…
dejándonos a todos plop y enrabiados.

UIIIIIIIIIIIIIIIIIGGGH!!! :lipsrsealed2:
que rrrrrrrrrrabia!!! :tongue:
y que pena por ella :lipsrsealed:

hay que buscar la razon de esa negativa, no es porque si…

muchas veces son mujeres dueñas de casa que saben que una vez que alejen al marido proveedor les sera muy dificil salir adelante, no tanto por ella sino por sus hijos…

u otras es solo por miedo.

exacto…tiee miedo no tanto po ellas, sino por sus hijos… si se va el marido golpeador ¿de que van a vivir?..por eso la mujer opta por soportar los golpes y los maltratos para que sus hijos puedan comer.

El tema de las VIF es demasiado compleja, existen muchos factores que la producen y la fomentan y a simple vista hechos como que la mujer no siga con el proceso de denuncia y se retracte no responde solamente a un acto irresponsable y de cobardia, sino que principalmente es economico. La mujer aunque cueste ceerlo, hace un acto de sacrificio por el bienestar económico (convengamos que es un seudo bienestar porque en una familia donde se establecen las relaciones mediante el uso de la violencia, no se puede hablar de bienstar).
por eso es muy apresurado llegar y juzgar a esa mujer que no siguio adelante con la denuncia.-

[quote=“h_escobar, post: 411365”]hay que buscar la razon de esa negativa, no es porque si…

muchas veces son mujeres dueñas de casa que saben que una vez que alejen al marido proveedor les sera muy dificil salir adelante, no tanto por ella sino por sus hijos…

u otras es solo por miedo.[/QUOTE]

miedo
y el resto de mi opinión sobre el caso lo omito mejor ¬¬

Bueno, por algo dije que no sé qué se puede hacer po, si es obvio que las medidas cautelares los tipos se las meter por el ass…para qué ir más lejos, ayer mismo el tipo al que dejaron libre tras amenazar e intentar asfixiar a su mujer lo intentó de nuevo…
Qué coño se hace ante esos casos si la ley pena los actos y no las amenazas?
No se puede meter preso a un jetón por amenazar a alguien? al menos yo no conozco casos, en Chile la ley pena las desgracias que ya han ocurrido y si es que logran llegar a penarlas…
Mi respuesta iba más bien dirigida al rojuelo que preguntó que tanto color le ponen al femicidio y si matan a un hombre y bla bla bla…
Debí citarlo tal vez.
Eso nu más!

es que deberian tenerlo…pero socialmente es más fuerte la agresion a la mujer que al hombre…el otro dia una psicologa decia que un punto importante a considerar es que los femicidios son en parte fomentados por las mujeres mismas que dejan que pasen…y no controlar las agresiones desde un principio…pero cuando hace las denuncias o tratan de parar eso es cuando la cosa esta super avanzada y no hay mucho que hacer…porque el agresor no va a cambiar aunque ilusamente las mujeres piensen eso a veces…

es complicado el tema…

a mi no me termina de quedar claro si este asunto a aumentado ultimamente o es un tema de divulgacion solamente

lo que quedo claro es que la teleserie no tenia mucho que ver eso si jajaja

igual me da como lata que se de tanto enfasis a que la victima sea mujer, creo que eso es secundario ante el tema de la violencia en la familia en si…tanto si es una mujer o un hombre quien agrede.

lo que si me parece terrible es el nivel de desamparo en que queda la mujer (o pongamonos el caso de un hombre) incluso al denunciar…muchas veces desde el gobierno llega el dicho “denuncie”, pero al hacerlo no asegura en ningun caso proteccion, mas aun como es sabido muchas mujeres han sido asesinbadas aun habiendo denunciado previamente al agresor

solucion: dificl…habria que partir en que las medidas de proteccion a la denunciante fueran efectivas, recibiendo proteccion policial permannte en l oque dure el jucio y penas graves para el (o la) victimari@

Es secundario el tema del sexo de la persona agredida, concuerdo, pero como es más común que la víctima sea mujer se habla más del femicidio…
Los hombres no se amarran “por los hijos” ni nada por el estilo, mandan a la mierda rapidito si se les violenta “la yegua” jajaja, son más independientes en ese sentido creo yo, como la crianza machista de este país tiene un muy alto porcentaje aún de dueñas de casa… qué mierda hace una mujer sin estudios y sin trabajo sola arrancando de un gueón que más encima la va a andar siguiendo y amenazando? de eso se tratan la mayoría de los casos de volencia y femicidios que se han conocido al menos.
Si un hombre es agredido por una mujer, es porque es muy debilucho y está obsesionado con ella… ningún hombre cuerdo se queda con una mujer que lo agrede… es 1 caso entre mil mientras la violencia contra la mujer es 1 caso entre 3 o algo así…
Si salieran a protestar los hombres que sufren violencia de parte de su mujer en chile no se juntarían más de 100 y de todo el país, porque aunque tengan bajo nivel socioeconómico (Y sobre todo ellos!!) el hombre tiene inculcado que no dependen de la mujer, que si lloran son mamones, que a la mujer se le pega, bla bla bla… y si la mujer le levanta la mano el hombre le saca la chucha y listo… se busca otra mina y mantiene a la que tiene pa sacarle la chucha y le cuide los críos.
Ahora en el nivel medio bajo o medio alto prima un poco más la cordura y puede ser golpeado tanto hombre como mujer, pero al ser la mujer siempre más débil ocupa la cabeza y así empieza la violencia psicológica o algo así… y vuelven loco al gueón y él ni se percata cuando ya la mató porque lo tenía chato o algo así… y lógicamente, después él se suicida porque ya está rayado.
Igual caricaturicé harto el asunto pero es para ser más clara y se entienda mi perspectiva… y por eso no se le pone color a la violencia contra los hombres, porque ellos están acostumbrados a sacarse la chucha entre amigos (jugando fútbol por ejemplo) y les da lo mismo.
Ahora ojo: la violencia psicológica es tan o más dañina que la física y esa es la que más sufren los hombres, las mujeres tal vez somos más débiles de físico, pero si de manipular y volver loco se trata podemos sacar magister!!! y ahí si que nos ponemos abusivas… y terminamos haciendo que se suiciden no más… tenemos ese poder así que cuidense machitos recios jajajajajaja
Me fui en volá jajajaja sorry por el juice!

y un asunto qeu se habla poco es la violencia en los estratos economicos pudientes, donde la violencia es menos palpable ya que se calla mucho más…las mujeres van a las clinicas pero dicen que se caen o cosas asi, ocultando los golpes que en su mayoria no se ven tapados por las ropas…

Sipo, esa es la otra, a esas mujeres las golpean donde no se puedan ver las lesiones… porque los wnes que le pegan son más vivarachos no más… más estratégicos y mariconcitos…
Y ellas también se quedan por la plata y/o los hijos… o baja autoestima y miles de motivos por los que ocurre esta cagá

naaaaa he visto a las mujeres con tremendos ojos morados, y todo porque se golpean en las “puertas”…

ojo que la solucion transitoria del poder judicial solo opera para STGO., asi que el resto debe esperar porque las medidas de proteccion y cautelares no lleguen tarde…

Claro po, si cuando mueran 50 mujeres más pero fuera de Santiago tal vez empiecen a pensar en implementar soluciones fuera de Santiago…
Centralismo y la ctm!!

el problema es que si mueren…

aun recuerdo en Talca el caso del “tio” de la motosierra… macabro…

Está claro que sí mueren… el problema es que no es tan noticia porque no son Santiaguinas…
Es apestante esa guea
No me acuerdo de lo de la motosierra…

ojala lo lean:

LA MANO DE MARCELA
Un hombre furioso. Una joven que no entiende nada. Una relación violenta que se prolonga por años, en una zona donde no llega la luz, ni la justicia.
La historia más dura y triste que hemos publicado en mucho tiempo.

Por Alejandra Delgado

Marcela Valenzuela y Sergio Astorga se despertaron al alba para recoger leña en los cerros, como es habitual entre los habitantes de Lo Figueroa en la VII Región. De regreso Sergio se adelantó para dejar la pesada carga en la parte de atrás de la casa. Al llegar vio a alguien en la entrada. Era Carlos Valenzuela Fuentes, el tío de Marcela. El hombre que la violó desde que tenía 9 años.
Hijo de un padre alcohólico, el Tío Carlos -como le dicen a Valenzuela en la zona-, trabaja de carbonero: corta árboles, los convierte en carbón y los vende. Todo el tiempo carga una motosierra.
Cuando Marcela tenía 21 años, se la llevó a vivir con él. Hasta 2001 mantuvieron una relación que nada tuvo de amorosa. Según relatan los vecinos, el Tío Carlos la trataba como una esclava. Describen golpes, insultos y gritos. No la alimentaba, tampoco la vestía. El dormía en la cama, ella en el suelo.
A Marcela todo aquello le parecía normal. A sus 27 años, no conocía algo distinto.
-Cuando llega mi tío a la casa, me pesca como una perra -le contó un día a la matrona del consultorio de Pencahue. La funcionaria le dijo que ser violada por su pareja no era normal. Como Marcela no parecía tener capacidad de resolver su problema, la matrona decidió amenazar al Tío Carlos con denunciarlo y le exigió que se fuera de la casa.
A pesar de ser analfabeto, el hombre comprendió el mensaje y abandonó su hogar. Su despecho, sin embargo, fue creciendo con los meses. Y al enterarse de que Marcela tenía una nueva pareja, juro vengarse.
Cuando Sergio Astorga se lo encontró esa mañana, lo saludó parco y continuó su camino. Notó que andaba borracho, pero no le dio importancia. El Tío Carlos contó más tarde a la policía que aquel viernes 7 de junio del 2002 estaba loco de rabia. Lo humillaba pensar que “su mujer” estaba viviendo con otro.
Luego llegó Marcela. Lo vio ahí parado con su motosierra en la mano y sintió miedo. El la tomó del brazo y le dijo que conversaran. Ella se negó. Comenzaron a forcejear. Valenzuela encendió su máquina y se abalanzó. Marcela sintió la hoja dentada rozando su cabeza. La sangre comenzó a brotar con fuerza. Aterrada cayó al suelo hecha un ovillo. Soltó un grito.
-¡Te voy a matar conchadetumadre!, - vociferó el Tío Carlos.
Marcela sintió un corte en la espalda. Luego otro. Y otro. Instintivamente llevó sus manos hacia la nuca. De pronto dejó de escuchar el sonido de la máquina. Se había atascado en la manga de su chaleco. Marcela temblaba.
Al momento de la agresión Sergio se encontraba en la parte trasera de la casa ordanado la leña. Al escuchar la motosierra funcionando corrió para ver que ocurría.
-Cuando llegué la niña ya estaba sangrando en el suelo. El hombre salió arrancando. Pensé en seguirlo, pero sólo me preocupé de ayudarla-, recuerda Sergio.
Marcela lo miró desconsoladamente.
-Mira lo que me hizo, -gimió mostrándole su muñeca rebanada.
De un hilo pendía su mano izquierda.
JUSTICIA EXPRESS
Mientras una ambulancia trasladaba a Marcela hasta el hospital de Talca, Carabineros buscaba a Valenzuela entre los cerros de Pencahue. Cuando lo encontraron, no opuso resistencia.
La historia causó revuelo en la capital regional. La Reforma Procesal Penal llevaba un año funcionando en la región y los talquinos esperaban un juicio rápido y una condena ejemplar.
El Ministerio Público, organismo que representa los intereses de la sociedad, se hizo parte nombrando al Fiscal adjunto Álvaro Hermosilla. Tras analizar el caso el abogado optó por acusar al Tío Carlos de lesiones graves, desechando el homicidio frustrado y la mutilación. El motivo: conseguir una pena más alta y asegurar, de paso, la prisión preventiva para el Tío Carlos.
El tribunal de Garantía, sin embargo, no respondió a esas expectativas. Mientras Marcela se recuperaba en el hospital regional, la magistrada Isabel Salas resolvió dejar a su agresor en libertad por considerar que no existían antecedentes para acreditar el delito.
-El Fiscal no me aportó más antecedentes que decirme que tenía fundadas presunciones. Y eso es insuficiente para resolver- dijo la jueza a prensa.
Hermosilla rechaza esas afirmaciones. Presentó la declaración de dos vecinos que presenciaron el ataque y la de un testigo que vio al Tío Carlos huir. Estaba también la confesión del propio agresor y el informe del Servicio Médico Legal.
La reacción pública no se hizo esperar. Integrantes de la Casa de la Mujer Yela protestaron en la Plaza de Armas de Talca. A través de la prensa penalistas de la zona tildaron la libertad del acusado como una “aberración jurídica”. El propio Fiscal Nacional Guillermo Piedrabuena presentó una queja disciplinaria ante la Corte de Apelaciones de Talca en contra de la jueza.
EL TÍO DE LA MOTOSIERRA
Cuatro días después de ese fallo, la Corte revocó la resolución y el Tío Carlos quedó recluido en la cárcel. Allí permaneció nueve meses. Afuera la prensa ya lo había bautizado como “El Tío de la Motosierra”.
Marcela comenzó su rehabilitación. El Centro de Atención Integral a Víctimas de Delitos Violentos, inaugurado poco antes por el ministro de Justicia, derivó a Marcela a la Casa Yela. En esta institución de acogida vivió mientras duró la investigación.
Leonora Gutiérrez, monitora del centro cuenta que cuando llegó Marcela, era incapaz de decir una palabra. Cuando comenzaron a trabajar con ella descubrieron a una mujer que parecía había vivido completamente al margen de la civilización. Ninguna conciencia de sus derechos. Sólo miedo y desconfianza.
-Ella no sabía leer ni escribir. Aquí le enseñamos a comer, a vestirse, a valerse por sí misma.
El caso del Tío de la Motosierra se resolvió el 28 y 29 de abril pasado en un juicio oral de extraordinaria rapidez. Ambas partes subieron al estrado a 16 testigos contando peritos policiales, médicos legistas y sicólogos. Durante el primer día, Marcela declaró ante una sala repleta de público. Con frases entrecortadas habló de su vida con el Tío Carlos antes del ataque:
-Se portaba mal conmigo. Me trataba muy mal. Me pasaba pegando- testimonió.
Luego, detalló la escena de la agresión:
-Me cortó la cabeza primero. No pude arrancar. Después me cortó la mano. El andaba curado. Me cortó la espalda y después se fue. Yo gritaba cuando llegaron a ayudarme.
Al terminar, Marcela levantó su brazo izquierdo para mostrarle a los jueces su mano amputada.
La fiscalía calificó la acción como “salvaje”. La abogada querellante exigió una indemnización por daños morales y materiales.
La defensa del Tío Carlos se parapetó en las características del acusado: sus limitaciones producto del ambiente “primitivo” en el que creció y su retardo mental leve fruto de su alcoholismo.
Al día siguiente la Corte resolvió que Carlos Valenzuela Fuentes era culpable. El 3 de mayo recién pasado se conoció la sentencia: 5 años bajo libertad vigilada y una indemnización de siete millones de pesos por los costos morales. Más un millón 800 mil pesos correspondientes al valor de una prótesis de mano para Marcela.
En su resolución los jueces acogieron dos atenuantes a favor del condenado. La primera, “Imputabilidad disminuida” como resultado de “un retardo mental” La segunda, “irreprochable conducta anterior”. Esto, porque los jueces no consideraron la violencia sufrida por la víctima antes del ataque: las permanentes violaciones a las que fue sometida durante su convivencia con Tío Carlos.
A la salida del juzgado, integrantes de la casa Yela que acompañaron a Marcela en todo el proceso esperaron al Tío Carlos. Algunas querían lincharlo. “¡Injusticia!, ¡Injusticia!”, gritaban.
El Tío Carlos salió caminando tranquilo, con el rostro inmutable. Estaba satisfecho con la sentencia.
Para muchos el resultado fue paradójico. La justicia actuó en tiempo récord: a menos de un año del crimen la modernización del sistema mostraba su eficacia.
-Lamentablemente las leyes que rigen desde 1873 no van a la par con la Reforma Procesal Penal. Nuestra legislación protege más los delitos contra la propiedad que los que atentan contra la vida, concluye Hermosilla.
EL EVANGELICO
Marcela acaba de recibir las llaves de su nueva casa y está feliz. Es un regalo del Serviu para compensar en algo su drama. También luce una dentadura nueva a la que accedió gracias al Programa Sonrisa de Mujer. Un coqueto cintillo rojo hace juego con la chaqueta que le regaló Sergio. Dice que cuanto antes espera mudarse porque cada vez que entra en su actual casa, las imágenes de aquel día se le vienen encima.
También quiere irse de ahí porque el piso es de tierra y las paredes se mojan. No tiene luz y el frío se cuela por la puerta. Si todos eso le parecía normal antes del ataque, ya no le gusta.
-El juicio la culturizó –dice el abogado Hermosilla. -Antes de perder la mano, Marcela ni siquiera tenía noción de que ser violada era anormal- concluye.
La mujer se levanta para preparar un brasero. Sergio le ofrece ayuda. “Yo puedo, viejo”, le dice. Lo hace con destreza. Pronto se va a cumplir un año desde el ataque y aunque todavía no recibe su prótesis, parece haberse adecuado a su impedimento físico.
La gente del pueblo cuenta que ahora el Tío Carlos ahora anda peinado y limpio. Aparentemente frecuenta una iglesia evangélica y acude todos los días a rezar. Parece otro. Pero Marcela no cree que sea otro.
-En las noches me despierto con pesadillas. Sueño que viene a matarme- cuenta.
Al Tío Carlos lo acompaña su hermana, la madre de Marcela, con quien vive en una población de Talca. Desde un principio la mujer estuvo de parte del agresor. Lo mismo hizo cuando Marcela le confesó que ese hombre la violaba. Ninguno de sus ocho hermanos la ha visitado para saber como está. Si alguna vez eso le dio pena, ya no le importa.
-No me interesan. No quiero verlos más- dice.
Definitivamente Marcela es otra.