Martes 17 de mayo de 2005
El Mercurio
Algo tan cotidiano como dejar una toalla húmeda tirada en el piso del baño puede transformarse en una batalla que termine por hacer fracasar una relación.
Así lo determinaron científicos estadounidenses a través de entrevistas a 160 parejas. El estudio concluyó que los malos hábitos, que parecen inocuos al principio, pueden tener un efecto devastador a través de los años y llevar las relaciones a la ruina.
Según la investigación, publicada en la revista académica “Personal Relationships”, las personas pueden volverse casi “alérgicas” a los puntos débiles de una pareja. El no controlar una risa estridente, por ejemplo, puede terminar en una furia tal que destruya el matrimonio.
“Un hábito desagradable puede ser visto como indicativo de una falta de respeto hacia su pareja”, explica la terapeuta matrimonial Paula Hall. “Pero la realidad es que pelear por las costumbres desagradables de alguien es más fácil que discutir sobre por qué no han tenido sexo durante dos años”.
Ranking de desagrados
Inventar anécdotas en las comidas con invitados.
Utilizar en público términos infantiles cariñosos.
Mostrar miedo por parte de los hombres en películas de terror.
Llevar una cantidad excesiva de equipaje en vacaciones.
Hacer que la pareja gaste muchísimo más que lo que ellos quieren comprar.
Reírse de los propios chistes cuando otros no lo hacen.
Quejarse de la ropa de la pareja.
Cambiar las frecuencias preestablecidas en la radio del auto.
No cambiar el rollo de papel higiénico.
Dejar las toallas húmedas en el piso.
Criticar algunas de las características anteriores en la pareja.