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Un hombre acusado de violar, matar y quemar a 16 adolescentes recibió 100 latigazos y luego fue ahorcado públicamente con una grúa en Irán, en un chocante episodio que fue observado por más de cinco mil personas.
Mohammed Bijeh, de 23 años, confesó ante la justicia haber violado y matado a los menores entre marzo y septiembre del 2004. Los medios de comunicación iraníes indicaron que el sujeto quemó los cadáveres de sus víctimas, todos varones de entre 8 y 15 años.
El asesino recibió la pena de muerte por cada uno de los homicidios que confesó y 100 latigazos por las violaciones. Su cómplice, Alí Gholampour en un primer momento fue exonerado, pero luego fue acusado de participar en algunos de los secuestros de los niños. Por eso, fue sentenciado a 15 años de cárcel y a 100 latigazos.
La ejecución de Bijeh tuvo lugar en Pakdasht, una empobrecida aldea situada en las afueras de Teherán, zona donde ocurrieron los homicidios.
Unos 5 mil espectadores -entre ellos mujeres y niños- presenciaron el castigo y cómo un familiar de una de las víctimas logró burlar el cinturón de seguridad policial, para acuchillar a Bijeh en la espalda.
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