[B]L[/B]as adolescentes pobres tienen más probabilidades de ser madres antes de los 20 años que las de grupos socioeconómicos altos. Además, la fecundidad adolescente no ha disminuido como en el resto de los grupos etarios. Antes de cumplir 20 años, la mitad de las jóvenes pobres que viven en el campo en Chile ya ha tenido a su primer hijo, lo que se compara con el 15% de las muchachas del estrato económico más alto que vive en las ciudades.
Para las muchachas pobres entre 15 a 19 años el embarazo temprano coincide con la deserción escolar y la marginación del mercado de trabajo. La maternidad adolescente suele darse ahora al margen de una unión estable, por lo que la familia se transforma en el principal soporte para la crianza del niño.
Estas son poderosas razones para que el embarazo y la maternidad adolescentes se ubiquen entre los temas prioritarios de la agenda social, según un estudio publicado en la Revista de la CEPAL Nº 86, de agosto 2005 titulado Reproducción en la adolescencia: el caso de Chile y sus implicaciones
de política, de Jorge Rodríguez Vignoli, investigador de CELADE, la División de Población de la CEPAL.
En el estudio se analizan los microdatos de los tres últimos censos de Chile en busca de una mayor comprensión sobre la reproducción durante la adolescencia, sus tendencias y consecuencias para las muchachas y sus familias. Este examen de la maternidad adolescente arroja luces sobre un asunto que aqueja a todos los países de la región. En el 2002, sólo un 17% de las madres de 15 a 19 años de edad estaba casada, el 55% declaró ser soltera y el resto convivíacon sus parejas.
La conclusión que emerge de los datos del estudio es que la mayoría de las madres adolescentes vive con sus progenitores o los de su pareja.
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