[COLOR=DarkSlateGray]Este artículo lo escribió un amigo para una página.
Se los envío, para su lectura y reflexión:[I]
AMPARO, AYUDA, PATROCINIO Y PROTECCIÓN
Bastaría con utilizar cualquier diccionario de sinónimos y nos encontraríamos con que cada una de estas palabras puede reemplazar a un importante término: Adopción.
Y llevémosla a nuestro contexto.
¿Debe permitirse que los homosexuales adopten hijos?
Personalmente aun no tengo una posición clara al respecto.
Mientras me concentro en este texto escucho viejos temas del canto nuevo, que evocan pensamientos de libertad, de tolerancia, de pluralismo y de respeto, y ante estos conceptos no puedo dejar de pensar que la adopción de hijos por parejas homosexuales sería una bella, y claro está utópica aún, manifestación de igualdad.
Pero el cuidado de un hijo, no es una cuestión que deber ser tomada a la ligera. Ni siquiera como broma.
Permítanme ser realista y crítico, y espero no acometer contra vuestras sensibilidades y principios.
Casi sin aprensión de disparatarme aseguraría que los homosexuales hombres no estamos, en mayoría, dispuestos a asumir una responsabilidad de tal fuste, por cuanto, en una escala de prioridades, la familia propia no se encuentra dentro de las primeras disposiciones, sino que es superada por la vida social, asuetos y juergas, junto al compañero en la afectividad, y lógicamente, a los amigos y conocidos (o más bien, conocidos y desconocidos)
En el caso de las mujeres, creo que existe una mayor disposición y concesión para asumir y efectivamente desarrollar estas loables tareas, quizás por la naturaleza de la procreación, por la sociedad matriarcal o simple y llanamente, por que, en su mayoría son más adeptas a la vida sedentaria y familiar.
Asumamos que en nuestro país se genera una apertura de mente y tolerancia tal que permitiese la unión de nuestras parejas. Una Ley de Matrimonio Civil que garantice efectivamente nuestros derechos y comprometa nuestras obligaciones, porque nada es gratis en esta vida, dicho sea de paso.
¿Cuántos de nosotros estaríamos dispuestos a renunciar a las “fiebres de sábado por la noche” para dedicarnos al cuidado de un pequeño? Pensemos además que como padres, ese pequeño nos tomará como ejemplo de vida, no en el plano sexual afectivo, sino que en el desarrollo social.
Hay algunos que utilizan el argumento del tío: “pero si es tan buen tío, ¿cómo no sería buen papá?”, pero recordemos que el tío en la mayoría de los casos no es quien cría, sino quien “malcría”.
Y a propósito del plano sexual… como homosexual ¿te gustaría que tu hijo fuese hétero? ¿Sí? ¿No? ¿Por qué?
Nada indica que un hijo criado por homosexuales tenga que ser homosexual, así como la gran mayoría de nosotros somos hijos de ¡heterosexuales! (supongo)
¿Qué sería lo “normal” para ese hijo? (y ese “normal” va entre comillas con el solo fin de ser un poco más gráfico, puesto que no somos anormales… creo)
La respuesta puede discutirse largamente, pero no es el tema de esta visión.
La intención sólo es darle seriedad a un asunto que algunos han preferido tomar como bastión de lucha, como principio fundamental para el desarrollo psicológico de un homosexual.
Espero que después de estas reflexiones te queden importantes dudas y planteamientos, pues ese es el designio con el que fue escrito, y mantengamos en la palestra los cuatro tópicos que circundan en este tema:
AMPARAR a un niño, AYUDARLO en su desarrollo, PATROCINAR sus iniciativas Y PROTEGERLO de la mejor manera…
Siempre que sea posible.
LINUS
linuspm@hotmail.com[/I][/COLOR]