[B]Médicos cesantes: un problema inminente [/B]
Expertos admiten que el sistema hará crisis si no se define qué facultativos se requieren y para atender qué enfermedades.
Chile tiene actualmente ocho geriatras, para casi un millón setecientos mil adultos mayores. La población chilena sigue envejeciendo y la cantidad de especialistas para atender a este grupo aún no lo hace.
Hace algunas semanas, fue dado a conocer un estudio mundial sobre recursos humanos en salud hecho entre la Organización Mundial de la Salud y la Fundación Rockefeller.
El director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Giorgio Solimano, fue el coordinador americano en este análisis y tiene una conclusión lapidaria: “Estamos viviendo una verdadera crisis de recursos humanos en salud”. Pone como ejemplo la situación de África, donde se requiere de más de un millón de personas.
¿Será posible reformar la salud chilena si no hay claridad de cuáles son las necesidades de atención a 20 o 30 años y qué profesionales se requieren para afrontar esa demanda?
Esa es la gran duda que tienen académicos y el propio Ministerio de Salud, que admite un problema no resuelto en la formación de médicos y trabajadores.
“La magnitud de la crisis de recursos humanos es tremenda, pero tiene características diferentes por países y regiones”, dice Solimano. En nuestro país, asegura, hay que definir la demanda asistencial a futuro, que las universidades e institutos provean personal adecuado en los mismos plazos y que se masifique la capacitación.
A su parecer, sólo aisladamente algunas facultades han modificado sus mallas curriculares. Pero no ha habido un diálogo entre el Gobierno y las universidades para proyectar las necesidades. Y se ha producido un crecimiento inorgánico de la oferta formativa de recursos humanos de salud.
Actualmente, 17 universidades, entre privadas y “tradicionales” imparten la carrera de Medicina. Más de 900 médicos nuevos salen cada año de las aulas. Para los pacientes, la posibilidad de acceder más rápido y más barato a una atención. Para ellos, el riesgo de transformarse en “médicos taxistas” como ya ha pasado en Argentina o Ecuador.
Según Solimano, la crisis formativa ha llevado a Brasil, México y Colombia a hacer definiciones y orientar la demanda.
Jorge Las Heras, decano de Medicina de la Universidad de Chile, coincide en la ruptura entre Gobierno y el mundo académico: “Nunca ha existido una comunicación fluida entre el Ministerio de Salud y las facultades”.
Reconoce que los médicos que se dedican a la formación están ultraespecializados y por ello es más difícil orientar la enseñanza hacia modelos, por ejemplo, de medicina familiar.
“Probablemente, en 10 años más el mercado (para los médicos) estará más saturado que ahora, pero esa realidad no la estamos viviendo, porque hay muchas especialidades que no tienen muchos médicos, en especial en regiones, y además no se ha desarrollado la especialidad de medicina familiar”.
Pero aunque se estén formando muchos médicos, Las Heras dice que el sistema de salud público (en el que se atiende el 75% de la población) no tiene capacidad para generar cupos de trabajo para los nuevos especialistas.
“El Ministerio de Salud no tiene políticas de largo plazo. Muchas veces nos dicen: ‘Hay que formar patólogos’. Y cuando ya está formado, este patólogo no tiene dónde trabajar porque no hay cargos, y opta por irse a trabajar al área privada”, agrega.
[B]En Ecuador o Argentina se formaron tantos médicos que los que quedaron cesantes han llegado a Chile a “colonizar” los consultorios.[/B]
A corto plazo
Juan Carlos Pollarolo, jefe de recursos humanos del Ministerio de Salud, reconoce que efectivamente hay un problema de planificación. “Si bien la situación actual no es crítica, podría tornarse en crítica si no se emprenden acciones en el corto plazo”. El actual proceso formativo, con múltiples universidades titulando médicos podría transformarse en un hecho preocupante en pocos años y en Chile se podría replicar el fenómeno de los ‘médicos taxistas’". “Aún estamos a tiempo de actuar”, dice.
Salud está trabajando en un estudio que determinará cuántos son los médicos que hay en Chile y cómo están distribuidos, ejercicio que nunca se ha hecho. Se denomina “Sistema de Información de Especialistas Médicos” y se actualizará anualmente. En el primer semestre de este año se publicarán los primeros resultados. Considera títulos desde 1953 a la fecha, especialidad, sus horas contratadas por región y servicios de salud y los médicos por cada 10 mil afiliados de Fonasa por región.
Con estos antecedentes, más el trabajo que se ha hecho en capacitación, asegura Pollarolo, se podrá iniciar un diálogo con las universidades y reorientar la formación según las necesidades. No está claro si se requerirá algún tipo de modificación a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, pero sí hay certeza de que este año se comienza a definir esta reorientación formativa.
Directivos
Salud ha desarrollado una fuerte labor de capacitación a sus equipos directivos, comenta la jefa de la unidad de formación y perfeccionamiento, Claudia López.
A los directivos se les está entrenando en diversas materias, pero todas teniendo como eje la reforma. Entre el año pasado y éste, se contará con más de 500 directivos de equipos de salud capacitados. Se realizó otro programa de formación flexible a distancia enfocado en mecanismos de derivación de pacientes en cuatro servicios de salud en 2004, y este año se reaplicará en toda la red.
También se ha hecho énfasis en los programas de educación permanente, en la que se diagnostican los problemas locales y se buscan soluciones. Para este año habrá 800 equipos formados en este ámbito, y ya el 100% de los hospitales cuenta con al menos un equipo formado.
Funcionarios
Los trabajadores no médicos también están en un proceso formativo. Mauricio Feliú, de la unidad de capacitación del Ministerio, explicó que actualmente el 1% de los sueldos de los funcionarios del sector se está destinando a capacitación.
Por primera vez, desde este año, se incorporó el componente de capacitación como parte del sistema de evaluación anual, lo que condiciona la asignación de bonos a 32 mil trabajadores.
En los últimos días, los colegios profesionales entregaron sus “perfiles ocupacionales”, es decir, detalles de su quehacer laboral, sus áreas de competencia y con ello “separar aguas” o evitar que se produzca una superposición de labores entre uno y otro profesional del sector, como por ejemplo entre enfermeras y matronas o fonoaudiólogos y tecnólogos médicos.
Escuelas
En Chile hay 17 facultades de Medicina y egresan 900 nuevos médicos cada año.
Fuente: El Mercurio, domingo 30 de enero 2005