[B]De Castro y Baraona, los padres del “modelo”, se pronuncian:[/B]
[size=18]$2[/size]
“Algunos sectores, como los malls, se han fusionado, crecido. Los atacan mucho, y a Aylwin no le gustan, pero han tenido un efecto fantástico en la vida de la gente”.
“Hubo mucha gente de oposición en ese entonces que atacaba acérrimamente el modelo económico. Quizás el peor de todos fue Alejandro Foxley. Sin embargo, cuando le tiraron la guitarra y tuvo que tomarla, tocó una canción completamente distinta”.
“Ricardo Lagos, socialista de fuste, afortunadamente estuvo en EE.UU., estudió Economía y entendió el sistema. Y [B]hubo un ex comunista joven (Nicolás Eyzaguirre) que dijo ‘bueno, en vez de perder el tiempo, voy a estudiar’. Estudió Economía, comprendió y llegó a ser ministro de Hacienda. Ha manejado la parte macro eximiamente, no así la micro[/B]”.
El ex Presidente Aylwin lo dijo a comienzos de los '90: “El mercado es cruel”.
Estudios nacionales e internacionales lo han requetecontraafirmado: La brecha en la distribución del ingreso en Chile no cede.
Lo ha dicho la Iglesia. En todos los tonos, tildando el problema de “escandaloso”.
Recientemente lo volvió a reafirmar el ex timonel de la Sofofa, Felipe Lamarca, que pidió urgentes correcciones.
Y, en medio de la campaña presidencial, ha vuelto a salir fuertemente a flote, cuestionándose - desde Hirsch a Lavín- la concentración en pocas manos de los bancos, comercio, isapres y AFP, entre otras industrias.
Raya para la suma: El modelo económico está en tela de juicio.
Aquel modelo que vio la luz en los comienzos del régimen de Pinochet, en una plataforma ideológica que quedó resumida en “El Ladrillo”, texto fundamental de las reformas económicas aplicadas en Chile a mediados de los '70, redactado por un grupo de economistas, en su mayoría Chicago boys.
Hoy dos de sus creadores, Sergio de Castro y Pablo Baraona, entran a la arena. Para reafirmar sus convicciones, en algunos casos. Para hablar de lo corregible, en otros. En la medida de lo posible, como dijo Aylwin.
[B]Pymes: “La extrema regulación y fiscalización les hace la vida imposible”[/B]
-
Cuando gestaron el plan económico a comienzos del gobierno militar, ¿con qué modelo soñaban?
-
Sergio de Castro: Si a un economista le preguntas cuál era el modelo que tenía en mente, era uno abierto a la competencia externa, con libertad de precios y de emprendimiento, con equilibrios macroeconómicos, que son indispensables, y con una inflación controlada a través de un Banco Central independiente. Esas son las bases, y sobre las cuales se actuó desde septiembre del '73.
-
¿Y hoy está funcionando como lo soñaron?
-
Pablo Baraona: En algunas partes sí, en otras no. Sí en todo lo que tiene que ver con el comercio internacional. Se ha continuado con un proceso de apertura, que se inició tan temprano como noviembre del '73, que fue cuando se rebajaron las tarifas y otros obstáculos que había para importar. Eso está bien. En la libertad de precios en general también. Los gobiernos posteriores han sido una continuación de eso… Sin embargo, percibo una crítica correcta y creo saber por qué.
-
¿Por…?
-
Baraona: La crítica correcta es a la vida muy difícil que tienen las empresas chicas, con 10, 20 personas, que [B]debido a la extrema regulación y fiscalización se les hace la vida imposible. Una empresa en Chile que no tenga un abogado, un contador auditor, un publicista o marketero y seguramente un lobbista de primera línea, es una empresa con la vida imposible[/B]. Va a ser acosada por fiscalizadores de por lo menos 10 instituciones. Eso es lo que explica, creo yo, la decadencia de la empresa chica, hasta casi su desaparición. Eso es algo que no está bien. Mejor dicho, está pésimo. La otra cara es una concentración, que también se da por este afán desmedido de fiscalizar. Hoy, por ejemplo, es casi imposible fundar un banco.
-
De Castro: Muy difícil.
-
Baraona: Es imposible fundar otra AFP. Se ha ido concentrando eso, en términos que tal vez económicamente hoy todavía no son perjudiciales, pero pueden llegar a serlo. [B]Y la competencia, que era nuestro motor, está desapareciendo.[/B]
-
¿Qué pasó en el camino con esta “guagua”?, ¿qué falló?
-
De Castro: Uno tiene que ver qué es lo que se creó y qué es lo que puede y no puede hacer eso que se creó. La base de todo esto es la competencia, y si no la hay, hay que ver por qué, y normalmente cuando no hay competencia la culpa es de los gobiernos, porque no permiten que la haya.
-
¿Ejemplo…?
-
De Castro: [B]En el mercado laboral, ¿hay libertad? No, en consecuencia no hay competencia como debiera haber.[/B] En mercados importantes, como la salud, ¿hay competencia? No, y [B]el estatuto administrativo protege a los empleados públicos, impide que las clínicas privadas compitan con las públicas, que se despida a los malos funcionarios, que se premie a los directores exitosos en un hospital. En educación no se puede despedir a un profesor malo, se niegan a ser evaluados, el estatuto docente los protege, el buen director no gana más que el mal director. No existe la competencia, que es un requisito fundamental del mecanismo.[/B]
Añade: “[B]En el gobierno militar lo que se trató de hacer fue municipalizar los colegios, de manera que cada municipio negociara con sus profesores, lo que permitía un mayor conocimiento e ir sacando a los malos. Pero después vino el primer gobierno de la Concertación y el '91 se volvió al estatuto docente, con lo cual se formó el sindicato único de profesores. Y tienen tal poder que no hay forma de introducir eficiencia. Así obviamente que el modelo no funciona bien, pero no es culpa del modelo[/B]”.
que opinan del modelo economico?
que cambios le implantarian?
si lo cambiarian por completo, por cual y cuales han sido los resultados de este donde ha sido aplicado? (para no venir a improvisar al pais)