Marco Antonio Pinochet es un peligro para la sociedad; en consecuencia, debe seguir preso. ¿Por qué? No por las “platas del Riggs” (u otras); simplemente por ser hijo de Augusto Pinochet. ¿Y por qué aún? Porque Augusto Pinochet fue el principal agente y el principal responsable de la operación militar que, exigida por más del 80% de los chilenos; es decir, exigida por el pueblo de Chile, puso término a la dinámica totalitaria marxista1 que pretendió, entre 1970 y 1973, ensañarse y esclavizar a una nación de hombres libres, a nombre de la utopía (de Karl Marx), que, con ciento veinte (120) millones de crímenes a “su haber” (desde 1917)2 constituye “el mayor atentado a la humanidad de todos los tiempos”, como bien lo sabía Juan Pablo II, con muchos otros amadores de la verdad y del bien.
Pero, por otro lado, Honecker, considerado como uno de los mayores criminales totalitarios marxistas, fue acogido en Chile (escapando del justo castigo), por “razones humanitarias”, y tal vez por no ser “un peligro para la sociedad”.
Entre los “autóctonos”; Girardi, por ejemplo, “anda suelto”, no es , desde luego, “peligro para la sociedad”. Tampoco lo es Juan Mujica, delincuente criminal, certificado oficialmente como tal, padre del asesino de un subteniente de Carabineros. Pero Mujica, además, anunció vengar a su hijo “echándose a un paco”(¡).
Tampoco son “peligro para la sociedad” los miristas (hoy re-activados), lautaristas y “frentistas” que, “en democracia”, disfrutan de la libertad de la que no han renunciado en privar a “otros”. Se trata, sin embargo, de asesinos y criminales, privilegiados por los derechos especiales (en buena medida pecuniarios) que les han otorgado los “Informes” “Rettig” y “Valech”; Informes cuyo sesgo político - ideológico es evidente. Y es que aquellos agentes de la violencia opresora, son más bien “jóvenes idealistas”, según un muy especial juicio clerical (en nada eclesial, por supuesto).
A mayor abundamiento, constatamos que si bien en los regímenes totalitarios marxistas (en la Unión Soviética , en primer lugar)3la sicología. (una cierta sicología) operaba en vistas a la eliminación, a la neutralización o al castigo de “peligrosos” opositores al “régimen”, en el Chile democratista actual, la sicología opera -contrario sensu- para “inocentar”, encubrir o justificar al delincuente; al malhechor. La más reciente proyección de esta “praxis” sico - ideológica, que suplanta a la verdadera justicia, beneficia y protege a los “satánicos”. El trato (y eventual “tratamiento”) dado a Rodrigo Orias, el satánico asesino del Padre Gazziero, ya otorga el principio, el modelo y la norma que garantiza la tranquilidad de los satánicos, y, al menos indirectamente, da “luz verde” a sus criminales rituales.
Una vez más, es la ideología de aquellos que, “sobrados en energía, carecen de espíritu” (Dostoiewsky), la que establece y aplica la norma. Y esto, considerando que instalados en el mito de una supra - realidad (o, en la verdad de la historia), “deducen todo de una sola premisa” (Hanna Arendt). Cortos y escasos de “ideas”, a menudo un grotesco histrionismo les compensa (ante la masa) sus deficiencias. Son, como naturalmente, maniqueos y farisaicos. La vocación del Verdugo jacobino o bolchevique, no les es en absoluto ajena. Pero, son tal vez más que nadie, un real “peligro para la sociedad”. Y lo son en toda la gradación que comporta el uso y abuso del Poder; con el consiguiente usufructo privado de “la cosa pública”, y olímpico desprecio del bien común.
1 Eufemísticamente designada por los ideólogos de dentro y de fuera, como “vía chilena al socialismo”
2 Ver, además de la obra de Alexander Soljenytsin, El libro Negro del Comunismo”.
3 Hospitales siquiátricos. Ya antes, con otro signo, en Moscú y Praga (sobre todo), la sicología al servicio de la ideología fue la vía (proceso) de eliminación de disidentes, díscolos o simplemente “chivos expiatorios”, pertenecientes a el Partido (o a la Secta).
Por Fernando Moreno Valencia, abogado, filosofo, teologo, Licenciado y Doctor en Ciencias Politicas y Sociales ( U. Lovaina), actualmente Director del Instituto de Filosofia, Universidad Gabriela Mistral