El siguiente texto llego a mis manos hace unos pocos días atrás … se los dejo para que lo lean y reflexionen
Carta a la dignidad médica (Diario de un médico)
Esta carta es para ti hermano que te levantas a las 3:30 de la madrugada de una camita de una plaza o de un sofá con la voz del enfermero que te dice “DOC, HAY PACIENTES”.
Esta carta es para ti que cuando terminas ese turno INFERNAL, donde dormiste a 7 gotas por minuto y te das cuenta que tienes que volver en colectivo.
Es para ti que tienes que comprarte un sándwich de pernil, porque la comida que te dan en el hospital es peor que la que comen los enfermos.
También es para ti, que si vives de los turnos sabes que cuando te tomas unos días de vacaciones a la vuelta tienes que trabajar el doble porque no te alcanza el dinero, y terminas el doble de agotado.
Sobretodo esta carta es para ti que sabes muy bien que si no te gusta lo que te pagan por el turno te dicen: “SI NO TE GUSTA, TE VAS, TOTAL SEGURO ENCUENTRO UN
MEDICO MAS BARATO”.
Y ni te cuento como se te llenan los ojos de lágrimas si tu hijo te dice: “PAPA, ¿NO TE PUEDES QUEDAR?”. Y le tienes que decir: “NO HIJO, TENGO TURNO” (te sientes como las pelotas).
Cuantas cosas dejamos atrás en nuestra profesión. Cuanto nos perdemos de vivir en esta carrera que elegimos.
En un país donde te conviene ser enfermero porque tienes más solvencia económica o visitador médico si quieres cambiar todos los años el auto. Y lo digo sin bronca a estas personas, ni siquiera al país.
Digo esto porque estoy cansado de ser explotado nada más y nada menos que por médicos que estudiaron la misma carrera que yo, que vivieron igual que yo en una pensión y que muchas veces comieron un pan y un café con leche y que ahora se pasean en lujosos autos. Más encima cuando pasan enfrente tuyo te saludan complacientemente.
Lo peor es que también te explotan los empresarios que no tienen ni la más remota idea de medicina y te hacen subir en una ambulancia de emergencias que no tiene ni lo básico para hacer un traslado donde te juegas el titulo. Y encima lo haces, por necesidad.
Digo esto sobretodo porque no tienen la culpa los políticos, no tienen la culpa los médicos explotadores ni los empresarios .Tampoco tienen la culpa los enfermeros que despiertan en la madrugada.
La culpa la tenemos nosotros mismos. Si nosotros que nos bajamos los pantalones. Nosotros que aguantamos sin chistar los turnos eternos de mucho trabajo y poca plata.
Nosotros que tenemos que soportar que una enfermera o un administrativo tengan más poder de decisión que nosotros.
Nosotros que si tenemos un juicio por mala praxis y lo tenemos que resistir solos.
Nosotros somos los culpables por no estar unidos, por no juntarnos y tratar de unificar nuestra frustración y cambiar esto.
Mucha de la gente que lea esto seguramente se sentirá identificada, aunque muchos no, pero son los menos.
También se que muchos de nosotros se dieron cuenta de esto hace rato, pero tenemos miedo. Miedo a quedarnos sin trabajo, un miedo enfermo que no hace más que agravar esta situación que hace que cuando queramos organizar reuniones para cambiar esta situación tengamos que cuidarnos de algunos pocos colegas que nos mandan al frente porque piensan que están salvados.
Tal vez después de leer esto pienses que tengo mucho enojo (que si lo tengo) pero es superado y por mucho por la indignación.
Porque me levante hoy a la madrugada en esa cama de una plaza sin que me levante el enfermero con ganas de hacer algo por lo menos CREAR CONCIENCIA.
Lo escribe un médico como tú que se canso de ser explotado. Un médico como tú que se canso de no hacer nada para cambiar esta situación.
Un médico como tú que no le encuentra otra solución que unirnos.
Unirnos para tener poder.
Tener poder para cambiar los aranceles
Tener poder para pedir salarios más dignos
Tener poder para planificar vacaciones.
Tener poder para planificar jubilaciones dignas y no tener que hacer turnos hasta los 60 años.
Tener poder para que los abogados nos dejen trabajar tranquilos y no hacer la medicina del terror (terror a los juicios)
No le encuentro otra solución.
SI CREAMOS UNA CONCIENCIA COMÚN ESTO PUEDE CAMBIAR … TENGO FE EN ESO.
VOLVAMOS A PRACTICAR LA MEDICINA CON PLACER NO CON MIEDO NI BRONCA
QUE NOS LLENE ESPIRITUALMENTE QUE NOS GRATIFIQUE , QUE NO NOS TORTURE.
Y SOBRE TODO QUE SEAMOS DIGNOS QUE LEVANTEMOS LA CABEZA Y PODAMOS VIVIR UNA VIDA NO SOBREVIVIR A UN TURNO