[QUOTE=Eddie Hunter]Mmmmm, creo que falta discusión jurídica en este topic. Sin ser especialista en Derecho Penal, creo que no es descartable asumir que en este caso falta un elemento del tipo “hurto”, cual es, el ánimo de lucro. El joven devolvió voluntariamente la obra de arte, no fue compelido para ello por nadie (al menos eso es lo que sabemos hasta ahora: que fue voluntariamente a la comisaría a dejar la obra), lo cual ya expresa por sí solo un fundamento de peso para estimar que no pretendía hacerse rico u obtener ganancia económica con la sustracción (que es esencial para configurar el tipo).
Por otra parte (como argumento no tan fuerte eso sí), quizás podría decirse que sólo existe antijuridicidad formal y no material; esto es: que el joven sólo contravino la norma jurídica, sin una voluntad de rebeldía para con ella, es decir, sin querer dañar el bien jurídicop protegido por la norma penal. Este último razonamiento sólo en cuanto nos situemos en el plano de la antijuridicidad y no sólo de la tipicidad, que, como dije antes, creo que no se configura.
No hay que condenar apriori, muchachos, sobretodo quienes tienen alguna relación con el mundo del Derecho.
Ya po, eso pienso.
Saludos.
PD: ojo, que no me meto con el tema del daño a la imagen del país ni me meto con el concepto de arte. Sólo digo por qué pienso que el muchacho no debería ser condenado, al menos por el tipo “hurto”.[/QUOTE]
Cometes un grave error al señalar que al ser devuelto y por la forma en que sustrajo la especie no se configura el delito.
Si bien es cierto que en el hurto el elemento que lo tipifica es el ánimo de lucro, este debe entenderse como aquel proposito de obtener una ventaja de la especie sustraída, sea esta ventaja material o moral, directa o indirecta, grande o pequeña, para sí o para un tercero.
Además, la jurisprudencia ha entendido una y otra vez que por el sólo hecho de la apropiación existe ánimo de lucro, sea cual sea el beneficio que se obtenga de esa sustracción.
Por otra parte, al haber devuelto la especie solo se ha agotado el delito, y no por eso desaparece.